Por:
Clemente Padín (Uruguay)
TEJIDOS
A MANO es el nombre del libro de poemas de Miguel Albá y Andrés
Arcos que se expondrá durante Abril en la Galería de Arte del INJU
participando, por lo tanto, de dos soportes artísticos diferentes:
el libro, propio de la literatura y la galería, propio del arte
plástico. Dick Higgins diría que se trata de una obra Intermedia,
es decir, de una obra que se sitúa en las "fronteras"
entre dos formas expresivas, lo verbal y lo visual. Una obra que
se legitima en tanto literatura (por contar con soporte "libro"
y porque prevalece la codificación verbal en sus textos) y en tanto
arte plástico (por exponerse en el ámbito propio de las artes visuales
y porque, en los textos, puede prevalecer la dimensión visual del
lenguaje). Sin duda, se trata de un acontecimiento relevante en
el campo de la poesía experimental uruguaya que no se veía desde
mediados de la década de los 90s. del siglo pasado cuando se expuso
"V+V, lo visual y lo verbal en el arte uruguayo".
Ante
las nuevas situaciones que provocan los adelantos tecnológicos,
siempre surgen respuestas adecuadas y/o raras en el seno de la sociedad,
es decir, siempre aparecen nuevas formulaciones de vida y nuevas
conductas, no sólo en el campo de lo social sino, también, en todas
las áreas de la actividad humana, incluyendo la artística. Las nuevas
tecnologías han aportado, sobre todo, nuevos soportes al campo de
la comunicación, "nuevos odres para los viejos vinos".
La escritura no cambia mayormente sus códigos aunque, en muchos
casos, los nuevos medios condicionen los significados y, los nuevos
descubrimientos, nos deparen nuevos conceptos (es decir, nuevos
objetos, físicos o no) extraídos del magma del caos, del no-ser.
Valerse de los nuevos códigos siempre ha hecho posible la transgresión
de los códigos del lenguaje pero, el milagro, sólo ocurre cuando
aparecen "reajustes del contenido" (Eco), es decir, cuando
el significado del texto se ve alterado por el soporte en tanto
forma de expresión. Cuando la asistencia del soporte se ejerce a
nivel superficial, sin una cabal integración de las áreas expresivas,
se asiste a la mera transposición de un medio a otro sin cambios
notorios ni alteración en el contenido. La aparición de nuevos soportes
también contribuyó al hacer más fácil y sencillo la aparición de
formas que parecían hacer integrar las más dispares formas expresivas.
Impulsadas, sobre todo por el Fluxus Art, fueron apareciendo estas
formas artísticas "conjuntadas" tan diversas como la "performance",
la "instalación", la "poesía experimental",
el "evento", etc., en las cuales era difícil discernir
en cuál de las artes implicadas buscar la significación o el sentido
de la obra puesto que el sentido solía estar en todas. Sobre todo,
la aparición de la computación y la consecuente "multimedia"
vendrían a alterar irreversiblemente el entorno con su secuela de
formas absolutamente inéditas de expresar lo real, artísticamente.
La
poesía experimental nunca tuvo la intención de anular la semanticidad
del "verbo divino", al contrario, siempre ha propuesto
la convivencia expresiva de todas las dimensiones del lenguaje,
incluyendo la verbal. El propio Mallarmé publica "Crisis del
Verso" en 1896 y, al año siguiente, "Un Golpe de dados...",
es decir, ante la inminencia del desprestigio total de las formas
poéticas, intenta superar la crisis de la poesía apelando a la dimensión
visual del lenguaje tratando de
superar los límites estrechos que le imponía la dimensión verbal.
Sin
duda, bajo un punto vista tradicional, para el cual sólo hay poesía
si hay versos rigurosamente ordenados, esta exposición no tiene
nada que ver con la poesía aunque se lean palabras o frases. Sus
argumentos son dignos de considerar: los textos poéticos parecen
haber perdido su preeminencia expresiva en favor de la nueva disposición
estructural de los versos a cargo de la diagramación de Andrés Arcos,
es decir, las formas de expresión visual se ubican como determinantes
en detrimento de la información verbal al punto tal que pudieran
parecer irrelevantes ante su peso. Sin duda, en todo momento es
posible "leer convencionalmente" los poemas de Miguel
Albá, pero las alteraciones en la forma del contenido provocadas
por la dimensión visual son significativas.
Debo
decir que, en la mayor parte de los poemas, el recurso "extrañador",
el operador visual, no va más allá del "poema de figuras"
(a la manera de "Il Pleut..." de Apollinaire). La formulación
espacial, que asumen las formas de expresión visual, acompaña las
formas de expresión verbal, sin mayor incremento de información.
Si bien la disposición visual de los versos y la mayor o menor variedad
de tipos y tamaños de fuentes es amena, no incrementan mayormente
el caudal de información del poema. Es posible, si se quiere, separar
ambas instancias expresivas sin que pierdan "bits" de
información. Por ejemplo, obsérvese:
Sin
embargo, en algunos momentos (o lugares) es posible encontrar instancias
como ésta:
en
donde, las instancias visual y verbal, se unen estrechamente para
alcanzar nuevos "bits" de información que no serían posible
de lograr si, las instancias, actuarán por sí mismas. En el poema
de figuras la formulación visual actúa redundantemente. En general,
la forma va delineando el "objeto" descripto verbalmente
(recordemos el poema "Botella" de Francisco Acuña de Figueroa).
Que, en el caso de que las diagramaciones visuales, adquieran formas
visuales geométricas o abstractas impredecibles no cambia el modelo.
Este tipo de poesía, que amalgama todas las dimensiones del lenguaje,
pone el acento, sobre todo, en la conjunción de las formas y culminan
felizmente cuando, por lo menos, dos formas de expresión comparten
la responsabilidad en la delimitación del sentido, sin que ninguna
de las dos actúe como una figura retórica "en relief"
de la otra.
Finalmente,
quiero destacar el inmenso mérito de esta exposición. No sólo por
traer esa bocanada de aire fresco al panorama de la poesía uruguaya
Siglo XXI (aún inmersa en el realismo verbal de la Generación del
45) sino, también, por remover profundamente el panorama del arte
uruguayo en general (sus distintas áreas son interindependientes
y, hoy día, es imposible un discurso autónomo). En algún momento
de su historia el arte uruguayo deberá intentar buscar otra cosa,
salir del trillo, experimentar con los lenguajes (los soportes son
in-significantes en sí mismos: ellos "dicen" lo que el
artista les obliga a decir), dejar de complacerse en lo "ya
dado" institucionalmente, experimentar con nuevas formas habida
cuenta de la gran cantidad de posibilidades expresivas que la técnica
pone en nuestras manos y, sobre todo, salirse de la "Zona de
Arte" para poder aplicarse realmente al arte. No temer, como
lo hacen estos jóvenes artistas, plantear su creación desde espacios
alternativos o "desacostumbrados" si ello permite conservar
la independencia creativa. Cuando a Marcel Duchamp se le preguntó
que pensaba que le ocurriría a los verdaderos artistas a la luz
del énfasis en el consumo por sobre los valores culturales en la
sociedad actual, respondió "Serán undergrounds".
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