ELEMENTAL MI QUERIDO WATSON o cómo robar un puente de Calatrava
por Juan José Díaz Infante
Hubo un momento hasta hace unos meses donde pensaba que no toda la gente podía ver arte o arquitectura o cine, yo pensaba que era un porcentaje pequeño y que en realidad era una cuestión de gusto o por una decisión propia, como a la gente que les gusta el cereal o el huevo, pero luego me pempecé a dar cuenta que no era solamente arte o cine sino que no podían ver cosas más básicas, desde la puerta de su casa. Es decir no pueden distinguir el cereal o el huevo y no es por decisión propia sino que sus sentidos estan atrofiados.
Poco a poco me he dedicado a generar una investigación que pueda comprobar mi teoría y he empezado a coleccionar pequeñas experiencias, anecdotas o autores que afirmen lo mismo, que vayan sumando.
Bassil Rathbone con instrumento para ver.
La diferencia entre Sherlock Holmes y el Dr Watson es explicada tradicionalmente como el poder de deducción que tiene Sherlock Holmes. Sin embargo la diferencia entre ambos personajes es la capacidad de ver. Ambos personajes, si pudieran ver los mismo, podrían deducir lo mismo. Watson no puede deducir, porque no puede ver. Lo demás que se pueda filosofar sobre las diferencias entre Watson y S.H. es ruido. Sir Arthur Connan Doyle lo que hace es poner dos personajes uno que puede ver y el otro que está presencialmente en el mismo lugar, pero que no puede ver la realidad enfrente de él.
Hace unos años estuve en una discusión que es tan absurda, que es hasta dificil de describir. No es que esté mal escrita, es que no tenía ningún sentido la lógica de pensamiento que se llevaba es ese momento. Hay un edificio de gobierno en el Zócalo que cada ventana tiene un balcón y yo quería colgar algunas imágenes de estos. Yo estaba hablando con un Secretario de Estado del gobierno de la ciudad, Este secretario me informó que los balcones ya no existían. Estábamos dentro del edificio y no había manera de que yo le pudiera comunicar que los balcones son evidentes, estaban desde hace 500 años por la parte de afuera del edificio. Sin embargo, dos secretarios juniors, se interpusieron en la conversación para reconfirmar la ausencia de balcones, como habían sido demolidos y clausurados hace 3 años. Tuve que sacar a la calle del brazo al único asistente que estaba callado y apuntarle con el dedo cada balcón. El silencio fue profundo y nunca se volvió a tocar el tema. La exposición se puso en otro lugar sin importar la existencia de los balcones.
El famoso fotógrafo Ernst Haas, solía decir que la mayoría de la gente no ve, solamente se orienta hacia las cosas.
The camera doesn't make a bit of difference. All of them can record what you are seeing. But, you have to SEE.
Ernst Haas, Comment in workshop, 1985
En las siguientes fotografías se muestran unos ejemplos como existen cadenas de decisiones de no ver. Un estadio deportivo por definición es un lugar para "ir a ver", un juego de beisbol, o alguna competencia.
Sin embargo el primero que tiene poca idea en el ver es el arquitecto, que primero pone unas gradas e inmediatamente enfrente de las gradas pone una malla y postes que no permiten ver. Asumamos que bloquean 30 % de la visión. Luego viene el director de la instalación que permite que se pongan objetos entre el ojo y el atleta. Finalmente el comercializador o el de relaciones públicas que llena de letreros idiotas todo el escenario.
Una dislexia del órden, del objetivo, de la estrategia, del éxito.
La antitribuna, no puede haber más elementos delante de un ojo
La reja como una cuadrícula de la realidad
En este ejemplo, en un estadio deportivo de Ciudad Victoria, en las Olimpiadas Nacionales, Juvenil Mayor, Mayo 2008.
La tribuna para "ver", primero tiene una reja ciclónica enfrente que no permite ver nada bien, luego sobre la reja que no debería de estar ahí están unas lonas puestas al revés, o sea hacia un público, del otro lado del estadio, que está demasiado lejos para leerlas. Del otro lado existen los duplicados de las mismas lonas que no permiten ver nada incluyendo las lonas primeras.
El caso es que la contaminación visual no es por la saturación de mensajes, sino por la saturación de "sin-sentidos". Utilizando el término libremente, los sentidos están sobre el cuerpo humano pero están subutilizados. La conducta humana se basa en la repetición. La manera conductista y parcial de ver. Es en realidad el entrenamiento de ciegos cualitativos, cuyos sentidos están limitados a acciones especializadas y parciales. Una especie de sentido funcionalista del que hacer humano. Hacer lo mismo todos los días, todos los meses, todos los años, generación tras generación. Una especie de filosofia de la supervivencia mínima.
¿Qué sucede ante una sociedad parcialmente diezmada en sus sentidos por su sistema educativo?
USA. California. San Francisco. Ernst Haas. 1955. © Elliott Erwitt/Magnum Photos
Ante un minusválido de sus sentidos, en este caso un ciego cualitativo no hay realidad ni poesía. Se requiere de un teórico ciego cualitativo para poder comunicarse con él.
Gondolero en el atardecer, E. Haas
Un crítico o teórico ciego podría argumentar que el ver pudiese ser una cuestión subjetiva para justificar la distorsión o la falta de visión de las mayorías o llámese el contraste con una visión de sentido usado.
En realidad el crítico ciego lo que genera es una capacidad simulada o quizá debiese decir una incapacidad simulada. Ante estas dos realidades, el juego dialéctico tiene dos geografías totalmente distintas y la contaminación en la comunicación se vuelve un problema de democracia, donde la opinión de la mayoría es la verdad. La Tierra fue plana muchos siglos por democracia, no por sentido común
En mis últimos escritos he estado preocupado por la definición de ver y el juego dialéctico entre la obra y el artista que le da forma "valor" a un corpus de arte. Pero más bien he estado preocupado de ir dando pasos hacia atrás para poder ver el panorama completo, una especie de zoom cósmico, de sistemas y juegos completos,
Me di cuenta que en realidad lo que vemos es una serie de parcialidades, empezando por el parpadeo. 1 parpadeo cada 5 segundos, equivale a que perdemos un procentaje de la visión que no nos damos cuenta que no está ahí. 10% quizá de la realidad está interrumpida.
Casi siempre estamos hablando de una parte parcial de un algo que asume que lo demás existe y resulta que si uno investiga tantito la crítica inicial introductoria y básica es insostenible, menos una crítica compleja. Un esquema que descompone el curso natural de causa y efecto.
El problema social o de la humanidad hoy en día es el poder ver "el cuadro completo" en inglés "the larger ´picture". El cuadro completo hoy en día es el Mundo, y su interdependencia de sistemas. Un dominó, donde la temperatura del agua en África afecta una tormenta que debastará Can Cún. La diferencia 1 grado Centígrado. EL mar llega a 27 grados en Africa y eso equivale a un tifón en el Golfo de México.
Y la pregunta es tan sencillo y tan complicado, nuestra realidad es parte de un mal diseño.
La concepción de un cuadro completo es más bien una especie de rebanada de Queso Gruyere, donde los hoyos son parte integral del diseño.
Algunas de mis reflexiones me han llevado a poder inferir nuevas observaciones. En mi artículo anterior, un poco lo que trataba era de explicar que una sociedad civilizada, cierra el círculo con el arte, sin embargo el círculo debe de cerrar perfectamente. No puede tener espacios entre las líneas, eso establece un tejido social "parcial". Pero esa parcialidad tiene varias modalidades, pudiese verse en "crecimiento", hacia formar un circulo o, detenida por razones de excesos de demagogia, fracturado por cuestiones de un trazo equivocado. El gran adobe de la demagogia tapa todo.
Somos un síntoma de la falta de discurso, esta expresión la utilicé la primera vez que se discutía la fotografía de la fotógrafa, Rosel de la Lama. Dónde en ese Coloquio lo que hice fue establecer que se discuten temas menores, por la imposibilidad de discutir temas mayores. Y pudiese generar la sensación de discusión que parece un tema mayor. El público es más fácil si se discuten temas menores, lugares comunes. Es mucho más fácil vender una discusión sobre Lady D o Madonna que sobre la Música de John Adams.
Alumnos de fotografia ciegos
Dentro de este marco de pensamiento, hace ya un par de años, empecé a trabajar con una organización que se llama "Ojos que Sienten", dirigida por Gina Badenoch y cuya misión es la reintegración de ciegos a la escena social a partir de enseñarles fotografía.
Mi tésis básica, si mis alumnos que pueden ver no dan una, no tienen la capacidad de producir una imagen decente, igualmente son ciegos cualitativos. Luego entonces un alumno ciego tiene las mismas oportunidades ante la producción de una imagen, ergo la calidad de la imagen debe de ser similar. Dicho y hecho, los resultados de estar trabajando con invidentes ha generado mejores imágenes que con alumnos del mismo grado que pueden ver.
foto por Eulogio
Foto por Marco Antonio Martínez
estas dos imágenes están hechas por dos fotógrafos ciegos.
Esta paradoja entre el ver y no ver. La moraleja es simple,es decir, tiene que estar solucionado los problemas pequeños para poder pasar a problemas mayores. Mi observación es que los temas menores se deben de resolver de inmediato. Un ejemplo de mi problema de la crítica de arte puesto como una metáfora gastronómica: El día de ayer pedí un servicio a domicilio de la franquicia Sushi Ito. Dos horas después no podían encontrar la calle. La operadora no podía entender la calle, Leandro Valle, ella no podía escuchar por teléfono y escribió Alejandro Valle, luego de tratar de corregir, le puso eventualmente Leonardo Valle. Este es un ejemplo sencillo de una de los quehaceres del hombre que debían de estar resueltos. Un restaurant con servicio a domicilio debiese de tener un mapa. Vivimos en tiempos modernos, con celulares, GPS, horno de microondas, el caso que al final del día no comimos el Sábado. Imposible el poder hacer un comentario de la calidad de la comida. Sí y sólo si no veo los hoyos y Sí y sólo si, de común acuerdo tampoco los ve el elector. La posición es muy cómoda y se vuelve una posición de mercado. La dialéctica prestada a la mercadotecnia. La galería tiene hoyos, el museo tiene hoyos, la crítica tiene hoyos. Es como una condición genética de nuestros tiempos donde las escuelas y el tejido social se fracturan en grietas profundas que generan una obra de teatro donde una escuela pretende ser escuela. No educar, sino parecer escuela. Me he dado cuenta que hay esa parte al juego del arte y que es un juego de dialéctica menor. Es esa dialéctica que genera la Galería y su círculo de compradores.
Que sucede en un mundo con una gran incapacidad de ver. Es la pérdida inmediata de valores. Valores concretos, no se puede adquirir valor de una cualidad que no se puede ver. De ahi el problema de que algunas piezas de arte nunca adquieren valor. Si no se puede ver la realidad, no se pueden ver las ideas, si no se pueden ver las ideas, menos el futuro o un plan o una poesía. Hace unos años en Monterrey, alguien le robo el croquis de un puente a Calatrava, durante la comida, guardo los dibujos y, orgullosamente lo construyó. Orgullosamente presumía de haberle robado la servilleta, haber podido construir el puente y se había ahorrado los honorarios de Santiago.Qué vergüenza que en México un proyecto gubernamental esté basado en un robo de ideas franco. La ceguera como una política gubernamental, convierte a la comunidad en una de esas comunidades de piratas y corsarios que vivían en la Isla de las Tortugas en una de esas novelas de Salgari.
Al final del día no había museos, ni artistas en medio de los filibusteros. El registro de los artistas que se pueden llamar actuales pertenecen ya a otras disciplinas que tienen poco que ver con la Historia del Arte. Aprender a ver es la nueva disciplina para rescatar al mundo.
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