DEL EJE DEL BIEN A UN MUNDO SIN EJE (TODO VUELVE A MORIR Y NO ES UN PARÉNTESIS)
DEL EJE DEL BIEN A UN MUNDO SIN EJE (TODO VUELVE A MORIR Y NO ES UN PARÉNTESIS)
Notas de un equipaje letal
Desde Nueva York, Silvia Banfield ©2006-06-julio
Los iraquíes mueren como moscas en sus ciudades. Las estadísticas se apilan, son cadáveres, huelen a muerto los números. Los mismos que inventaron los árabes. Las matemáticas casi exactas, como la muerte, crecen geométricamente como los muertos. Espiral de ataúdes huérfanos, sueños arenosos/asciende el plomo con su capa azul/de niño bueno/Y nadie vuelve del caballo loco del tiempo/Baja tú Dios, si puedes/sin arena en los ojos/a estos cielos bajo tierra/.¿El sombrero es de Dios/el techo del cielo y la tierra? Más preguntas que respuestas/más respuestas sin respuestas/Babel de corcho flota en este desierto/De huesos duros la palabra/muslos redondos, el verbo/que asoma, asoma/intachable bajo dos colinas/ Y todo vuelve al principio/ de las ruinas, la nada. Las ferias aguardan mejores tiempos/ bestias que seguirán vivas/ rondando sus bestias muertas/ Las matanzas ocurren en cualquier lugar y ciudad. A muchos les hace olvidar las estadísticas de los soldados muertos y mutilados de Estados Unidos, que también van quedando en las carreteras y en el desierto de esa nación invadida y desangrada. Varados en la nada, un tiempo ya perdido, restado de antemano a un futuro incierto Con su mirilla telescópica, infrarrojos, blindados. todo el equipaje letal del siglo XXI, los soldados invasores recorren las calles, el desierto, las carreteras, los mercados, se instalan en la vida y muerte de Irak, con sus campamentos abastecidos por la última tecnología de la muerte. Se mimetiza el terror de ayer con el de mañana, siempre en presente, la muerte. La muerte pareciera ser la única con esperanzas de seguir subsistiendo en las arenosas avenidas de Irak. Allí donde El Tigris y Eufrates cruzan también su destino frente al desierto.
Enviar un comentario nuevo