UN CONCEPTO NO HACE UNA OBRA
Obra de Ivo Hendriks
UN CONCEPTO NO HACE UNA OBRA
Enrique de Santiago
Ciertamente si hablamos de Arte hoy en día, debemos detenernos con calma y analizar todas las variables que involucran el quehacer en esta disciplina (que debería entenderse como disciplina) Pero también deberíamos partir por definir los conceptos entre lo que denominamos las artes plásticas, y las artes visuales, ya que entre ellas hay fuertes y marcados protagonismos. Por un lado las antiguas y clásicas artes plásticas, que poseen una data que se empina hasta los albores de la civilización, Venus esteatopigias, pinturas rupestres que con los siglos derivaron en el período clásico, pasando por el renacimiento hasta nuestros días. Por otra parte las artes visuales, denominación que reciben las nuevas tendencias en boga, de la cuales muchos son participantes, y en donde se funden todo tipo de soportes, elementos y medios para concretar una obra. ¿Pero es necesariamente cualquier materialidad, visualidad o soporte, la vía conducente a un elemento estético? Yo pienso que sí, en gran parte de estas expresiones podemos identificar un modelo o cuerpo estético, pero así mismo se pueden visualizar, claramente dentro de estas nuevas manifestaciones (que no son tan nuevas) un concepto que irrumpe con más fuerza dentro de la obra, y que toma igual o mayor protagonismo que el sujeto artístico. Para esto cabe señalar que hoy por hoy, el concepto o elemento semántico ya no es un vehiculo para, sino que un fin en si mismo. Por lo que el concepto o cuerpo semántico pasa a ser ya no solo un cuerpo sostenedor como intención de lo plástico o visual, sino que también la esencia primera y final dentro de la misma. Bueno retrocediendo un poco, podríamos decir que toda obra tiene un concepto que se involucra en ella, por muy simple que este parezca, es la parte motriz de la obra. La artes visuales y las plásticas lo poseen. Y la diferencia de ambas, una que puede prescindir de lo plástico (lo dúctil) poseer o no, esta variable que interfiere y determina la resultante, así mismo que el cuerpo plástico que pese a tenerlo, ejecuta y desarrolla este elemento a partir de piezas que se someten al manejo directo del artista.Por lo qué, no está en duda que una u otra manifestación deba y use además un concepto que le ejerza motricidad a esta misma, y esta idea la convierta en algo visual, por lo mismo ambas podrían hacerse manifiestas como objetos semánticos y a la vez visuales.
Pero en este desarrollo de las Artes, se han podido distinguir ciertas ausencias de valores que corresponderían a lo que llamábamos sujeto estético, es decir aquello que nos provoca, nos alienta el ojo de manera que podamos percibirlo de manera distinta, al resto de los objetos cotidianos. Por lo mismo la intervención por parte del artista de cualquier objeto mundano, su manipulación intencionada, su deconstrucción, su verbalización, su conjugación dentro de cualquier espacio, pasa a ser un objeto estético. Pero que pasa con aquellos elementos que no contienen estos meritos o elementos y hacen que la obra se constituya solo como una idea, un referente conceptual, sin incorporar la materia transformada, manipulada, conjugada etc.. Que la definan en su sustancia como un elemento estético, y no digo con esto, solo plástico. ¿Qué pasa con aquella obra, cuyo fin esencial es provocar, sin gestualizarse frente a los sentidos, sino que directamente a la razón? ¿Es una obra de Arte? Digamos primeramente que muchas nos son plásticas, pero eso ya no es motivo para dejarla fuera del Arte, la literatura no lo es, pero es Arte.
La discusión se basa hoy en día, en cuanto a que valor obtiene una obra, a partir de sus elementos semánticos, mas allá de sus elementos estéticos. ¿Arte o herejía? Es el titulo de un artículo que aparece en España, con ocasión de la exposición Vamos a Ibiza, una muestra organizada por el Museo de Arte Contemporáneo de la ciudad que recoge piezas de artistas holandeses que han pasado por la isla en el último medio siglo. La colección, en la cual se muestran diversas manifestaciones dentro de las cuales se incluye pintura, fotografía, literatura, proyecciones de vídeo y arte digital, no ha tenido para nada una buena acogida por parte del Obispado de Ibiza, que en un comunicado de prensa ha manifestado su intención de emprender acciones judiciales en contra del museo si es que no se saca de la muestra a una de las obras, una collage que mezcla elementos de aspectos religiosos y sexuales.La obra que despierta tanta controversia es de la autoría del artista holandés Ivo Hendriks (1976), el cual es un tríptico sobre pantalla en el que se puede visualizar al Papa Juan Pablo II manteniendo relaciones sodomitas.
La diócesis encabezada por el Obispo Vicente Juan Segura ha protestado de manera enérgica y a situado esta obra dentro de lo que denominan una provocación y un elemento “ofensivo para los sentimientos de los católicos” este collage, que se inscribe en una muestra elaborada por el comisario portugués José Mikel Bizcaya a partir de las obras nacidas del contacto de artistas holandeses con Ibiza en los últimos 50 años y que se organizó a partir de una gestión del Groninger Museum de Holanda, donde se inauguró su primera parte durante el pasado 13 de julio antes de su segunda etapa, en España.Esencialmente el punto más controversial se origina por el espacio donde se desarrolla dicha muestra, la cual correspondería a la iglesia del Hospitalet, que la diócesis cedió a la Fundación Diocesana Isidor Macabich y ésta derivó al Patronato Municipal del Museo de Arte Contemporáneo de Ibiza en 1997. Según la información que aparece en el artículo del diario El País en la web. “Las obras de reforma del Museo obligaron a usar esta infraestructura para montar la exposición, que con la aprobación del Ayuntamiento de Ibiza, abrió sus puertas el pasado 7 de septiembre.” Pero por otra parte el mismo obispado ha declarado textualmente y según lo que consta en el comunicado de prensa: "La cesión comprende realizar allí las actividades establecidas en los estatutos rectores de dicho acuerdo entre los que no se contempla la ofensa a los sentimientos de los católicos y la injuria a las personas".Por otro lado la directora del Museo Elena Ruiz Sastre ha dicho " El papel profesional al frente de la galería conlleva el respeto absoluto por la libertad de creación, expresión y por el trabajo del comisario que hace la elección de la pieza", en este aspecto la directora al igual que cualquier persona que este a cargo de una entidad similar, diría lo mismo, apoyándose en la premisa de que el arte no pide permiso para ser arte, tema que no está en discusión, pero cabe preguntarse ¿Esta obra, un collage, tendría el mismo impacto si su imagen semántica no incluyera al Papa Juan Pablo II? Es más, si este fuese un collage sin el tópico de la sodomía, tendría el timbre de políticamente correcto, o estaría relegado al ostracismo cultural, como los son la gran parte de las obras de artistas, que buscan como principio el goce estético (mover los sentidos) más que mover el concepto, dirigiendo la obra sobre la razón.
Estos artistas poseen muchos mas meritos como para mostrar sus obras en distintos escenarios, hablemos entiéndase bien en términos plásticos-visuales, pero ¿Quiénes curan el arte hoy en día? Filósofos, sociólogos, politólogos, lingüistas, semiólogos, gestores etc. Por lo que la calidad de la obra queda sujeta a la calidad del discurso, según esto Nietzsche coparía hoy en día todos los salones de Documenta, pero obviamente con carillas de papel impreso. El diario El país entrega además otra información con respecto al derecho de la obra a existir, cosa que tampoco está en duda desde mi punto de vista, y lo expresa así: “pero al mismo tiempo que defiende la riqueza de una mundo plural con derecho a contemplar el arte desde su propia perspectiva y, por lo tanto, a reaccionar, lo que excluye "la visión unidireccional de la obra". La responsabilidad del director de un museo es "ser puente entre la sociedad y el arte de su época", ha afirmado Ruíz, quien reitera que no "ha pretendido ofender a nadie" con la muestra.”
“Artistas como Cees Nooteboom, Marie Antoniette Courtensm, Micha Klein, Cas Oorthuys o Jan Kremer exponen también en Vamos a Ibiza. "Algunos de ellos fueron considerados subversivos en su época", observa Ruiz, en alusión a este último y su arte perturbador en una Ibiza por entonces bajo la dictadura de Franco.”
Ictus, Iñaki Muñoz, E de Santiago
Bueno es este último un buen argumento, pero hay que considerar además la dimensión de artistas que tenían los que son nombrados anteriormente, una diferencia que se hace ostensible con la obra en cuestión. Creo que son demasiadas las voces que se han levantado en este último tiempo, en relación a ¿Arte o concepto? Que en cierta manera sería replantear el tema de las herejías que se corresponden dentro de la practica del Arte, sin ser tan ortodoxos ni dogmáticos, ya que el Dadá irrumpe rompiendo muchos canones de la época, aunque enmarcado dentro de lo que llamamos el espacio estético, a lo cual ellos incorporaban un potente discurso, que correspondería al espacio semántico. Hoy pasa algo distinto, y habrá que esperar mucho tiempo para ver como se resuelven estos puntos controversiales, y como dicha obra o grupo de obras permanecen y se sitúan dentro de la Historia del Arte, pero claro está que un concepto no hace una obra por si solo, queda nada más que en eso, solo un concepto.
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