Piracés - Soporte Inestable
Piracés expone, por primera vez, de manera individual en el Museo Nacional de Bellas Artes, después de dieciocho años de trayectoria artística. Esta exposición refleja el trabajo de más de diez años.
La muestra de objetos-instalación se inaugura el 5 de julio a las 19:30 hrs. en el Hall Central del Museo y estará abierta al público entre el 6 de Julio y el 7 de agosto en la Sala Chile del MNBA.
La característica de estos objetos es su movilidad mecánica, impulsada por motores eléctricos, sistemas manuales y auditivos que pueden ser manipulados por los visitantes. Se trata de objetos de uso doméstico y cotidiano. Por ejemplo, un estanque de bencina de motoneta Vespa, conectado a un parlante que repite un texto en una cinta sinfín; o una estufa Caluret, conectada a un batidor manual mediante un motor de licuadora e injertado en el cuerpo de la estufa.
También a la entrada de la Sala Chile, se encuentra una escultura de gran formato conectada a un motor de lavadora Fensa, el cual moviliza un cajón a una velocidad de un minuto por vuelta, teniendo el espectador que sortear el objeto para ingresar a la sala.
Sarcasmo y movimiento son claves del trabajo de Piracés para acercarse al público en el contexto del arte contemporáneo.
http://rodrigopiraces.blogspot.com
Santiago, junio de 2007
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Departamento de Comunicaciones del Museo Nacional de Bellas Artes. Dirección: Parque Forestal s/n, Casilla 3209 Santiago. Sitio web: http://www.mnba.cl
Soporte Inestable
El proyecto "Soporte Inestable" se constituye desde la base disciplinar de la escultura.
Queriendo soslayar cualquier acercamiento a un entendimiento formal, académico, gremial y prejuiciado, que impida una visión oxigenada y delirante, lo que aquí opera es la experiencia frente a objetos que se despliegan tanto espacial como temporalmente. Recorriendo además, el espacio de lo vulgar, lo doméstico-psicológico.
La solemnidad del montaje es un punto de tensión con los discursos disléxicos de cada obra, lo que realmente importa aquí es cómo, desde cuerpos construidos con objetos encontrados, la memoria actúa como un acelerador de sentido que desencadena comprensión o risa.
La inevitable comparación con el arte cinético, se asume en esta obra más como una coincidencia, que como una reedición de dichos postulados.
Estas obras están más cerca de los artefactos Parrianos (claro que su móvil no es el lenguaje, sino el "supersigno" desenvuelto en el espacio), en el sentido de trabajar el espacio desde su funcionalidad, como una operabilidad destinada a lo cotidiano, para desquiciar totalmente esa pregunta: ¿para qué sirve?
El viaje vertiginoso del cuerpo entre lo objetual práctico y lo sígnico metafísico determina una estructura de paranoia, donde se enfrenta la blanca pulcritud sacra a la mancha grasienta como una gota de chilenidad sin límites claros.
En este proyecto existen tres claves: el tiempo, el cuerpo y el yo. El tiempo como finitud, el cuerpo como límite y el yo como conciencia.
La escultura es algo totalmente secundario para mí, lo que importa es construir una experiencia real desde la subjetividad del arte capaz de tocar a todos.
Rodrigo Piracés