FESTIVAL INTERNACIONAL DE TEATRO COMUNITARIO ENTEPOLA.
FESTIVAL INTERNACIONAL DE TEATRO COMUNITARIO ENTEPOLA.
Introducción.
Las necesidades desbordan. El neoliberalismo y la economía de mercados hacen estragos en los pueblos de América Latina. Pero cuando todas las puertas se cierran, una ventana se abre.
Asháninka, una ciudad de Perú que cuenta con poco más de veinte mil 500 habitantes, intenta sensibilizar a la sociedad civil y a los representantes del estado sobre el valor del patrimonio étnico-cultural del pueblo, y la importancia del reconocimiento de la diversidad para el desarrollo local, regional y nacional, y para la construcción democrática del país.
De igual forma, en Argentina los vecinos de la localidad de Patricios, partido de 9 de Julio, dejan en evidencia la pérdida absoluta de su fuente trabajo, los violentos traslados, el desarraigo, el desmembramiento de sus familias y la pérdida de la posibilidad de una vida más digna.
Por su parte, los habitantes de un pueblo de la Provincia de Santa Fe -en Uruguay- reviven la historia del ferrocarril que los llevó a vivir allí, hasta que en la década del setenta se levantaron las vías, convirtiéndose así en un pueblo olvidado y fantasmal.
Donde nace una necesidad, nace una nueva forma de organización; y así fue que los habitantes de todo Latinoamérica comenzaron a nucleares para contar las historias de sus comunidades a través del Teatro. Así surgió el teatro comunitario.
Frente al caos del mundo de hoy, a la atomización y el desorden, es en la comunidad donde el hombre, se reconoce como parte de un espacio colectivo, dialoga y se armoniza con el cosmos; tal es el fin o el sentido, mediante leyes e identidades propias, de todas las culturas. Y el teatro, por sus cualidades, principalmente aquella de duplicar ese mismo sentido colectivo en otro espacio de encuentro, es un vehículo ideal para el logro de esa comunión.
De esta forma, quizás, pueda comprenderse mejor la especificidad del teatro comunitario.
El teatro comunitario es un trabajo humilde. Su indudable utilidad se aleja de los reconocimientos al uso; más bien cualquier tipo de gratitud se conquista en el cálido sitio de los seres humanos que integran una comunidad dada; esto queda evidenciado en el Teatro Comunitario Cubano, que posee dos características principales: no constituir un arte masivo y moverse dentro de cánones, en esencia, artísticos.
Más, paradójicamente, en los mismos radica su peligrosidad. Si a esta tradición se enfrentara un tipo de producción comercial que atrajera un público amplio, en forma previsible el de estos nuevos sectores mencionados que, en su mayoría, pueden pagar más y convertir un espectáculo en un rentable producto económico.
En alusión al teatro comunitario cubano, Rosario Vergara Rodríguez -delegada de la Red Latinoamericana de Teatro Comunitario- destacó que "a diferencia de otros países el teatro, en Cuba llega a los más intrincados parajes, a las más humildes comunidades" a lo que agregó que "estoy asombrada de la pobre cobertura de prensa para un acontecimiento tan importante, hermoso y de tanto valor social".
El teatro comunitario debe ser visto como un instrumento transformador de realidades, en donde los actores de escena son también los actores sociales, sin pretensión de protagonismo y con absoluta humildad. Así, para la conformación de un grupo de teatro comunitario, se parte de que todos tengan la convicción de que nuestro teatro es un arma que puede ayudar a solucionar los problemas, en el momento específico en que hace falta que una obra lo refleje, todos los miembros de la comunidad son capaces de reconocer el problema, sus causas, y que hace falta plantearlos en una obra.
La comunidad se autoabastece con su espectáculo y el grupo es un instrumento de combate no sólo al exponer los conflictos, sino al contribuir a solucionarlos. La comunidad no era mera receptora de un mensaje previamente elaborado, sino que a través de la reflexión y el análisis llega a tomar conciencia de problemas urgentes y vitales.
La tortura rompe el cuerpo; la desocupación, el hambre y la imposibilidad de progresar, rompen la voluntad de vivir; el miedo a la libertad rompe la posibilidad de cambio; la indiferencia de los poderosos rompe la dignidad de los que no lo son; el individualismo salvaje rompe todo proyecto de unidad. En esta realidad Latinoamericana desplazada nace el Teatro Comunitario, herramienta artística de los pueblos oprimidos para denunciar los atropellos y no caer en el olvido.
Pablo Balleto
El proceso del teatro comunitario es poco recibido en la sociedad burguesa que habitamos, no así por la gente que asiste. Un teatro no elitista, si riguroso y con gran expectativa de una estética distinta.
La gente que viene de diversos países, convive durante el tiempo que dura el Festival, realiza foros sobre las obras, los artistas explican su proceso, en fin se ven por lo menos comen juntos, habitan el mismo espacio, sin queja.
Acá mi intención es destacar la fuerza, la amabilidad, la organización del Festival de Teatro Popular y Latinoamericano ENTEPOLA, cuyo organizador principal es: David Musa asimismo Director del Teatro La Carreta.
Hace ya 9 años que tenemos un espacio de brazos abiertos y lleno de confianza de parte de los organizadores, en los trabajos que allí se muestran., Hace 9 años que vamos presentando obras realizadas con ahínco y sobriedad y nervios y rabias y todo, como la vida.
En fin, Entepola y a su maravillosa micro casi de gitanos, casi de circo, con Aída y su sonrisa quien es la transportista oficial, entregando el arte en la vida, quien nos viene a buscar para trasladarnos al anfiteatro de Pudahuel, donde se realiza el festival, es y será una gratitud y una alegría siempre. Trabajar con gente llena de cariño, como Olivia que es parte de la organización y tanta gente que no nombro que se acerca a ti, para preguntar lo que necesitas: Los técnicos por ejemplo que resuelven todo, con extremo compañerismo. Presentarse frente a gente que no tiene acceso a nada, gente de escasos recursos, jóvenes que no conocen tanto del arte escénica, en fin es realmente una experiencia maravillosa. La gente entra gratis, el anfiteatro para 3000 personas, quienes pueden ver muchas obras que a muchos no les gustara, porque se consideran contemporáneos, o a otros les encantara por la simplicidad de algunos trabajos, o por la riqueza del texto. Y esto se debe a la iniciativa de estos maravillosos organizadores de un Festival de teatro comunitario.
De manera que se entienda bien el concepto ENTEPOLA. En otras latitudes (Ej.: países de habla inglesa y otros) es que a ENTEPOLA en CHILE, vamos a denominarlo de esta manera: "ENTEPOLA Festival Internacional de Teatro Comunitario".
No olvidemos que ENTEPOLA, más que una SIGLA ya es una MARCA, es un Sello.
La palabra POPULAR, es menos entendida que COMUNITARIO (Común a todos, algo que tenemos en común, con y para la Comunidad, desde la Comunidad, etc.). Lo mismo ocurre con la palabra ENCUENTRO (Encounter), que no refleja totalmente y/o no es aclatoria o no se entiende como nosotros la asimilamos en América Latina. Es mucho más amplia, reconocible, identificable la palabra FESTIVAL (sin estigmatizarla).
Bueno, es una explicación parcial, pero a la vez simple, pero como significa un cambio, que ha sido largamente masticado, pero que ahora se hace más perentorio, pues creemos que con esto se gana en comprensión en todas las latitudes de lo que el proyecto es, de manera mas rápida.
La esencia no se pierde. El concepto latinoamericanista tampoco.
(Así lo explica el administrador de la Web Entepola.)
Teatro comunitario. Resistencia y transformación social.
Autor: Marcela Bidegain.
Existe una reflexión sobre el poder transformador de lo social que aporta el teatro comunitario y un estudio cuidadoso de sus trabajos dramatúrgicos, plásticos y musicales. Los espacios en los que se desarrollan los espectáculos, las plazas, los galpones, la “plaza techada”, los modos de transformar un espacio físico en algo de otro orden, en un lugar habitado, en un territorio, en fin, en un sitio de pertenencia. Los espectáculos están descriptos, analizados y vinculados con su coyuntura. Nos muestra que es posible construir un espectáculo que se actualiza a medida que se transforman las circunstancias. Porque nos queda claro que el teatro comunitario conjuga de manera firme y atenta la memoria del pasado, el interés por el presente y la utopía (como sinónimo de “lugar al que es posible llegar”) en el futuro. Nos enseña también que el teatro comunitario puede despertar conciencias o levantar pueblos, como en el caso de Patricios.
Pero todo esto no sería más que discurso si no estuviera acompañado, como efectivamente lo está, por la inscripción de la pasión por el teatro comunitario. Entonces, que se preparen los directores y coordinadores de los grupos porque lo que surge en el ciudadano, es el deseo de meterse de cabeza en el grupo de teatro comunitario más cercano, ese que debería haber en cada barrio u que hoy es acogido en Pudahuel.
Pero David Musa ha traspasado fronteras, así, existen varios Entepola en Latinoamérica.
Gracias David Musa, gracias Ruby Alarcón, "suerte en esta nueva producción del Teatro La Carreta que mostraran mañana martes 27"