MARTÍN VARGAS

Por José Antonio Lizana Arce

Buenas tardes, don Martín.

¿Y tú quién eres?

Mi nombre es José Antonio Lizana…

¿Quién te dio mi dirección?

En el Gimnasio Santiago Bueras de Maipú me la dieron.

¿Eres periodista?

Bue…

Mira que yo no quiero nada con esos güeones

¿Y por qué don Martín?

Siempre hablaban de mi persona, porque sabían que Martín Vargas les daba noticias y les daba el mejor rating.  A todos esos yo les di de comer por muchos años. Háblame de Don Sergio Livingstone y Julio Martínez, ¡ésos son periodistas! Los otros escriben lo que se les da la gana.

¿Es injusto este país?

Es muy injusto este país. La raza es la mala. El día que me muera, me van a hacer un homenaje. ¿Por qué no me lo hacen en vida? Porque saben lo que les voy a decir.

¿Por qué no pudo conseguir un título mundial?

No fui campeón del mundo, porque había grandes figuras del boxeo mundial, como Miguel Canto y Betulio González. No hablemos del japonés (Yoko Gushiken) con que disputé – el año 80- el último título mundial. Ahí me drogaron y acá nadie me creyó.

Mi abuela en el campo no se perdía sus peleas…

Pero si yo alegré a un país chato y gris, como dice el Coco Legrand. Yo salí en el momento en que la gente necesitaba olvidarse de ciertas cosas, por eso te digo que hay mucha gente que sí me quiere.

¿Usted era devoto de la Virgen de Lourdes?

Yo peleaba con los colores blanco y celeste. Cada vez que peleaba iba a ver a la Virgen de Lourdes que está allá, al lado de la Quinta Normal.

Estoy escribiendo un libro que se llama “Ceacheí” en reconocimiento a nuestros grandes deportistas…

Fue muy bonito haber defendido a mi país en muchas competencias. En un campeonato mundial donde salí tercero, y eso Chile nunca lo reconoció. Ahora no puedo participar en tu libro, porque están grabando mi película y hay derechos comprometidos. Quizás en un segundo tomo, puede ser.

¿No se enoja si nos tomamos una foto?

No, pero que sea acá adelante del árbol para que salgamos bien.