La exposición “Mitad mentira / Mitad verdad”, reúne en Casa E catorce pinturas de paisaje realizadas por Alejandro Quiroga entre 2011 y 2013. Se trata de dos series: “El espejo de Agua”, exhibida el año pasado en Sala Gasco, con escenas recogidas de la prensa donde el tema tiene también un sentido político, al abordar de soslayo temas como la tragedia de Antuco, la Operación Loreto o las reivindicaciones de la comunidad Temu Cuicui. 

 

La segunda serie da nombre a la muestra, “Mitad mentira / mitad verdad”: son nueve pinturas de diferentes formatos ordenadas por acumulación o como un montaje fragmentado. Son imágenes de la zona central, “ejercicios de territorio” o “una aproximación crítica al paisaje, a su desarrollo desbordado e irregulado”, donde el artista incorpora una carga sicológica en la presencia gestual.

 

La obra de Alejandro Quiroga renueva una tradición del paisajismo local, con una manera frontal y directa de pintar, trabajando con la idea del bosquejo in situ, para atrapar el paisaje chileno en tomas casi monocromas, donde celestes, blancos, grises y negros reducen el paisaje a luces y sombras. En el límite entre realismo y abstracción, opera un proceso de síntesis. La aproximación es a través de la mancha y la gráfica, donde los modelos se recortan como siluetas oscuras sobre fondos claros, como formas que aparecen a veces bajo veladuras o como encuadres fotográficos imprecisos.

 

En ambas series, la naturaleza –el campo, la cordillera, el suburbio– luce discretamente intervenida por la acción del ser humano.

 

“Mitad mentira / Mitad verdad es básicamente una declaración. Habla de lo que se presenta como verosímil siendo totalmente inverosímil. La pintura tiene relación con una producción de obra llena de contradicciones. Es gráfica, pero es pintura; el referente fotográfico es fundamental, pero llega a un punto de tensión con lo post fotográfico”.

 

Para la historiadora de arte Natalia Arcos, esta obras es “un mapeo impreciso de territorios semi poblados versus relatos silenciados, donde el pintor establece una doble negación hacia la infraestructura intervencionista del entorno y a la narración oficial de los medios… El paisaje no es un antojo nostálgico sino un área de trabajo en construcción puesta en pleno debate contextual. Tanto las fotografías que hace como los recortes que elige, vuelven al paisaje pictórico un elemento político”.

 

Alejandro Quiroga (1967) estudió Licenciatura en Artes Visuales con mención en pintura en el Instituto de Arte Contemporáneo de Santiago (1986 - 1990). Durante un período en Nueva York, a fines de los años 90, fue asistente del artista Eugenio Téllez  y ayudante de Eugene Brodsky en el Art Student League. Ha abordado además arte sonoro, la instalación y curatorías para exposiciones. Ha realizado once muestras individuales y participado en numerosas muestras colectivas, destacándose: The Selected Files, Museo del Barrio NY; bienales de Cuenca (Ecuador), San Juan (Puerto Rico), Santo Domingo (República Dominicana), Johannesburgo (Sudáfrica) y Nueva Dehli (India); en las ferias de arte contemporáneo Zona Maco 10, (Ciudad de México), ArteBA 12 y 23 (Buenos Aires) y Chaco 3 (Santiago); así como en proyectos curatoriales independientes en el Museo de Arte Contemporáneo de Sao Paulo, en el Museo de Arte Contemporáneo y Centro Cultural Borges de Buenos Aires, y Museo de Arte Contemporáneo de Santiago. En 2006 realiza la instalación Fine Tuning VOL. III en el Museo Nacional de Bellas Artes, como parte del proyecto Ejercicios de Colección. 

 

 

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