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“Diario”, de Jorge Brantmayer
Entre el 27 de julio y el 1 de septiembre
D21 Galería de Arte, Nueva de Lyon 19, depto 21, Providencia.
Luego de su aplaudido proyecto “Muchedumbre”, consistente en un enorme catastro de rostros de chilenos, y después de su destacada participación en el Festival Internacional de Fotografía y Artes Visuales PhotoEspaña 2011, Jorge Brantmayer presenta la exposición “Diario”, entre el 27 de julio y el 1 de septiembre en D21 Galería de Arte.
La fotografía Se hace presente en una nueva exposición de D21 Galería de Arte. El destacado fotógrafo nacional Jorge Brantmayer mostrará un trabajo inédito y muy representativo de su rutina cotidiana en este oficio, que desarrolla desde hace tres décadas.
Luego de estudiar arte en la Universidad de Chile, a fines de los años setenta Brantmayer inició una labor sistemática en el campo de la fotografía.
Sus Primeras obras se relacionaban con el cuerpo, la performance y las intervenciones efímeras, junto al colectivo “Grupo Plástico” que integró junto a Víctor Hugo Codocedo y Alberto Díaz entre 1978 y 1979.
Aquellos trabajos y acciones eran construidos de manera visceral; eran ejercicios prácticamente inconscientes, que buscaban abrirse a la libertad de las Ideas sensibles. Una especie de antídoto para sobrellevar la brutal realidad contingente de esos años.
La práctica de Pintor sumada a la destreza con la cámara, llevaron a Brantmayer a realizar, durante décadas, una serie de obras en estudio cuya lógica respondía a las diversas problemáticas de la plástica y el trabajo con modelo.
En la exposición “Diario. Estudio, pose, modelos y autorretratos 1979--‐2012”, Brantmayer mostrará por primera vez sus registros más íntimos. Es una serie de mediano y gran formato que se presenta como ejercicio de ensayo y error, sin un destino determinado y motivado simplemente por la pulsión y el instinto.
Todas estas fotografías, seleccionadas bajo la curaduría de Camilo Yáñez, tienen una cierta indeterminación atmosférica, que se suma a la distancia temporal entre uno y otro registro, evidenciando así la insistencia de su autor en asuntos como la pose y los estereotipos.
Si uno mira lentamente cada imagen, puede distinguir las evidentes relaciones con el imaginario pictórico de Francis Bacon, las acciones con el cuerpo y la mancha de Yvés Klein o Gunter Brus, los drippings de Jackson Pollock o el trabajo con kétchup y pintura de Paul McCarthy.
En algunas es posible distinguir el autorretrato, donde el sujeto se ve vulnerado y atacado por chorros y manchas de pintura. Bodegones, escenas y modelos son captados justo en el instante donde el roce, la fricción y el choque de materialidades logran generar una extrañeza y desplegar interrogantes visuales en busca de sentido. Los detalles y las texturas del escenario y la escenografía muestran la necesidad de reconstituir un imaginario híbrido, entre la realidad y la cita pictórica.
Echando mano a los materiales que están en el estudio, a modelos o a sí mismo, Brantmayer crea situaciones que son forzadas a construir una narrativa, y cuya ambigüedad se devela una vez que el tiempo se ha fijado en la foto.
Los cuerpos que vemos en cada encuadre son soportes y contenedores de una cierta violencia, que el artista percibe como un elemento subyacente al interior de todo ser humano.
La Exposición “Diario” nos permite reflejarnos --‐al modo de un espejo, como en el clásico cuadro “Las Meninas” de Velazquez--‐ en las inquietudes personales de Jorge Brantmayer, en su imaginario cotidiano, sus obsesiones, sus preocupaciones y sus pulsiones más recurrentes.