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CASI MUERO EN EL SUSTO
Por: Carlos Fonseca
El anciano se acerca lento al horrible obelisco de piedra. Esta cansado, necesita apoyarse allí, no existe otro sitio. Sus pies se hunden en el fango.. recuesta su mano en la losa tallada, enfoca la mirada a través de la blanca neblina.
Pero... algo se estremece, y salta, y no se que pueda ser, sale detrás de la columna y me va encima y grita y no defino nada y me tapo los ojos y también grito. Corro y me doy un golpe fuerte con algo áspero y frió, no entiendo nada de lo que pasa.