Santiago de Chile.
Revista Virtual.
Año 8

Escáner Cultural. El mundo del Arte.
Número 83
Mayo 2006

APROXIMACIONES A LA PROBLEMÁTICA DE LA INFORMACIÓN EN LA OBRA CON MEDIOS DIGITALES

Introducción

Podemos definir el significado de la palabra información como señales que pueden ser transmitidas de un sistema a otro

Los sistemas planetarios, emiten señales que son recibidas por otros sistemas en forma de luz o gravedad. Estas señales pueden ser consideradas información en el sentido más amplio.

Los sistemas biológicos por su parte generan e intercambian información genética. Esa información es capaz de acumular energía en forma de productos bioquímicos.

Los seres vivos, animales y plantas, son subsistemas que transmiten entre sí, además de información física, información genética.

Utilizan la energía que adquieren y acumulan para sobrevivir y para reproducir la información genética.

En este sentido todo organismo procesa e intercambia información. Comunica. Establece una relación dinámica de intercambio.

Por su parte los seres humanos realizan otro tipo de actividades que son específicamente humanas y que consisten en la producción de informaciones por medio de informaciones, entendiendo aquí información como datos que se han organizado y comunicado.

Toda actividad humana entonces tiende a obtener, producir y transmitir información, comunicarla.

Como sujetos, somos parte de una red en la cual se cruzan infinidad de signos, códigos, lenguajes materiales y simbólicos. Un espacio común hecho de vasos comunicantes que generan relaciones y determinan espacios de comunicación e intercambio de información, que mantiene unidos a los individuos

La cultura, la economía, la vida en todas sus dimensiones pueden ser consideradas en ese sentido.

Según Fritjof Capra [1]

"Los recientes avances en biología, ciencia cognitiva y teoría social han hecho posible esbozar un marco conceptual que integra por primera vez la dimensión biológica, cognitiva y social de la vida. Este marco incluye conceptos claves de la dinámica no lineal y de la teoría de la complejidad y se basa en el reconocimiento de que el patrón básico de organización de la vida es la red"

En la década del 60 Marshal Mac Luhan [2] daba cuenta de lo incipiente de este proceso al poner en evidencia que el hombre: "por el hecho de exteriorizar su sistema nervioso en la forma de la tecnología eléctrica, había convertido su vida privada y corporativa en un proceso de información".

El intercambio y la interacción, entonces, se transforman en el elemento clave, organizador de las relaciones. Así la comunicación y el intercambio de información cumplen un rol central en los procesos cognitivos, económicos, culturales, organizadores de la vida.

Respecto de lo social, Nietszche [3] daba cuenta de que el acoplamiento de experiencias comunes, implican a la comunicación como elemento esencial y allí "la lengua funciona como la historia de un proceso de abreviación", en el intercambio de esas experiencias.

Actualmente, desde la biología, Humberto Maturana, refiere que: "la comunicación no es tanto transmisión de información, sino coordinación de comportamientos entre organismos vivos a través de acoplamientos mutuos." [4]

Materia viva y materia inerte, individuo y entorno están interconectados, y los dispositivos electrónico-digitales establecen nuevas formas de relación.

Estos conceptos caracterizan un perfil en el cual dichas tecnologías, aparecen determinando el entorno, en tanto modifican los modos de intercambio y producción, tornándose parte de las dinámicas comunicativas, productivas, económicas y sociales.

A partir de los años 60, nace un nuevo modo de desarrollo, el informacional, como generación de una nueva lógica de crecimiento y acumulación de capital, a partir de la crisis de los modos de producción y los modelos de acumulación reinantes en los países centrales, que va a determinar una metamorfosis estructural producida por el impacto de las actividades info-comunicacionales, "en tanto estas se tornan factor común que permite y acelera todos las demás innovaciones técnicas" [5] .

Entre las modificaciones que esto trae aparejado podemos mencionar (Becerra, 2003):

 

1.        La información se convierte en insumo y factor cardinal en la reestructuración de los procesos productivos, modificando estructuralmente estos procesos, como fuerza motriz

2.        El costo de la producción y procesamiento informacional es menor (a escala masiva e industrial)

3.        Se incrementa exponencialmente la capacidad para producir, procesar, almacenar, y enviar volúmenes cada vez mayores de información.

4.        El verdadero problema se traslada entonces al acceso y a la habilidad de codificación y decodificación. [6]

 

Las posibilidades materiales de acceso a producir, procesar, almacenar, distribuir, recibir, buscar, decodificar la información pasan a ser parte de los procesos críticos y se tornan vitales.  

El verdadero problema se traslada entonces al acceso y a la habilidad de codificación y decodificación de la información.

En tanto factor productivo, la información es factor originario de la producción en las economías humanas.

La elaboración de informaciones nuevas se produce mediante agregación y recombinación de informaciones.

Así hoy la producción inmaterial y la circulación de sentido, se han convertido en las modalidades de intercambio más importantes. En relación con el peso que la economía financiera y la pura circulación de capitales está adquiriendo en la actualidad.

En una sistema donde los modos de intercambio y producción están basados en los flujos de información y la industria de las comunicaciones, el rol del artista se modifica profundamente, tanto, como el estatuto de la obra y su configuración material, dado que la transformación de las sociedades sitúa en primer lugar el trabajo inmaterial, la producción de sentido y afectividad, el trabajo intelectual  y pasional.

Según José Luis Breaentonces:

"El artista como cualquiera de los otros ciudadanos realiza una actividad productiva y su espacio de inscripción no es otro que el del dominio público, el espacio social definido por los actos de intercambio. En las sociedades actuales, ese espacio se haya prefigurado por la actividad económico-productiva bajo cuya administración se decide la forma reglada de todo intercambio social." [7]

 

Obra, información, comunicación e interpretación

El problema del acceso y la habilidad de codificación y decodificación se torna central en todos los ámbitos y el arte no se halla exento.  Las posibilidades materiales de acceso a producir, procesar, almacenar, distribuir, recibir, buscar, decodificar la información pasan a ser parte de los procesos críticos y se tornan vitales para la producción de sentido, afectividad y trabajo intelectual que pone en juego la obra.

Servirse de una información es forzosamente interpretarla

La obra electrónico-digital, particularmente, atestigua la voluntad de inscribirse en el interior de una red de signos y de significaciones, al configurarse sistema que procesa información y es capaz de presentarla en sus diversos estados de transformación, generando espacios donde se pone en juego la comunicación, en el sentido expresado anteriormente por Humberto Maturana.

Espacio en el cual, la información. y transmisión de ésta, se vuelven insumos vitales, insertándose así, en los innumerables flujos de la producción de sentido y afectividad, de la comunicación.

La obra funciona pues como una terminación temporaria de una red de elementos interconectados. En tanto información puede ser tratada por diferentes programas y vincularse a partir de distintos dispositivos. Interfaces que posibilitan la interactividad.

La obra ya no es una terminal sino un momento en una cadena infinita de contribuciones. En ella la información, pero también la afectividad comunicada, configuran el proceso como hecho que la constituye.

En tanto insumo central, la información posee una característica fundamental y es la de su desterritorialización. Ya que lejos de estar vinculados con un soporte privilegiado, puede viajar. Para Pierre Levy, en consecuencia ".se la debe inscribir en el orden del acontecimiento, del proceso y está vinculada a una probabilidad subjetiva de enunciación o de aparición." [8] Entre input y output la información es proceso electrónico, proceso interpretativo, productivo.

Para Jose Luis Brea:

"En la práctica artística contemporánea, la obra-producto ha modificado su estatuto. Esta tiene que ver con la impulsión pública de ciertos efectos circulatorios, efectos de significado, efectos simbólicos, efectos intensivos, afectivos.tiene que ver con la producción significante, afectiva, cultural. Esta obra se debe consagrar a un producir similar al acontecimiento, a la presencia, no a la representación." [9]

Jean Francois Lyotard, considera al relato como un dispositivo técnico. "Un medio capaz de almacenar, ordenar y recordar unidades de información, dicho de otro modo acontecimientos. Los relatos son como filtros temporales cuya función es transformar la carga emotiva ligada al acontecimiento en secuencias de unidades de información susceptibles de generar finalmente algo así como el sentido" [10] , concluye Lyotard.  

El dispositivo electrónico-digital cumple una función de sustitución y realiza el mismo tipo de abstracción. Desde este enfoque Levy plantea que un máximo enfoque retórico de la informática descubre un espacio de producción y circulación de signos cualitativamente diferentes a los precedentes en el que las reglas de eficacia y los criterios de evaluación han sido modificados, creando nueva información. Así, los dispositivos electrónico-digitales permiten producir, almacenar, generar de forma no lineal, diversidad de información, interactuando, comunicándose, recombinándose.

La práctica artística electrónico-digital se caracteriza por generar obras que organizan una trama de efectos comunicativos que colocan al observador en el nivel del productor y donde el sentido nace de una colaboración, una negociación entre el artista y quien interactúa con la obra. Al utilizar una información (interactuar con la obra), se la relaciona con otras informaciones para darle sentido, al servirse de ella para tomar una decisión, se la actualiza. En consecuencia se realiza un acto creativo-productivo.

Imágenes, textos o sonidos, son información que participan de lo dialógico, que se transforman o modifican con la interacción

Así en el contexto de la obra, la información propuesta es interpretada y produce nuevos enunciados.

Configurándose como condensador/generador/distribuidor de información, intercomunicador de deseos, permite poner en relación comportamientos, un sitio donde se evidencian los acoplamientos /desacoplamientos mutuos.

Producir (sentido, trabajo intelectual) afirma Brea [11] es introducir un operador con eficacia en un sistema dado, desestabilizando la ley de equilibrio que lo gobierna

La obra es ante todo, una forma de relación, de comunicación e incluso un proceso destinado a producir una relación. Así podría definirse como un encuentro logrado de historias, afinidades, deseos, coerciones, chantajes, pieles, tensiones.

La obra representa entonces una forma colectiva incesantemente renovada, que se constituye con múltiples contribuciones y materializa flujos y relaciones, intercambia información, comunica complejidades, determina algoritmos.

La información abstracta adquiere consecuencias reales en la recreación del mundo, crea y recrea formas en la interacción mutua con señales provenientes desde diversos órdenes: el biológico, el cultural, el económico o el social.

La obra entonces, procura evidenciar, darle un peso a los procesos más invisibles y allí la información se libera de su carga utilitaria; su almacenamiento, de la tarea de control. Se establece una tensión concentración/desconcentración/circulación de la información que replantea la idea de lo hegemónico, para dar lugar a lo lúdico, lo probabilístico, potenciando la capacidad reformuladora de la práctica artística.

Cuando aspectos enteros de nuestra existencia caen en la abstracción por obra del cambio de escala de la globalización, cuando las funciones básicas de nuestra vida cotidiana se transforma en productos de consumo, el arte trata de presentar esas funciones y procesos invisibles y devolverle una presencia a lo que se sustrae a nuestra mirada.

La capacidad de la tecnología electrónico-digital para interconectar diversas redes y poner en conexión, comunicar información diversa, presenta respecto de la práctica artística el carácter de insumo vital, factible de ser recodificada,

Así el código posibilita, en tanto inscribe en sí, conserva y hace disponible el conjunto acción-reacción y su posible transformación, la propiedad de que la información se convierta no en un mero dato estadístico, sino, en insumo esencial, materia de nuevos enunciados.

Peter Weibel [12] caracteriza estas obras a partir de su virtualidad, variabilidad y viabilidad.

La virtualidad entendida como la forma en que se almacena la información, posibilita la variabilidad de la obra como campo pictórico, sonoro o de texto, así, sus unidades mínimas se convierten en variables, pudiendo modificarse en cualquier momento por acción del espectador a través de las interfaces, o sea al introducir nueva información al sistema

La viabilidad está referida a la impredecibilidad del comportamiento del sistema. Dado que a un input le corresponden impredecibles output. Estableciendo el carácter dialógico de la obra.

La tecnología digital, este medio electrónico que maneja información, que su unidad básica es el bit y que se puede programar, ofrece todo un universo  factible de ser (re)creado, (re)programado, (re)visualizado.

Retomando un concepto de Lucrecio de su "De Rerum Natura":

"Una pequeña transposición basta a los átomos para crear cuerpos ígneos o leñosos. Sucede como con las palabras, cuando desplazamos un tanto las letras, distinguimos específicamente ígneo de leñoso." [13]

En consecuencia la obra propone un juego de formaciones de superficie, que traduce tensiones, cuyo valor no se centra en la forma o lo aparente de la misma, sino en el campo de intensidades, de relaciones e intercambios que propone.

La obra electrónico-digital convierte el aquí y ahora, como proceso transformado en información reingresada al sistema y construye el acontecimiento tratando en tiempo real la sincronización/desincronización que da lugar a los intercambios.

Ya no se trata de componer un mensaje sino en componer un dispositivo capaz de poner en circulación, de producir sentido, afectividad, dando un peso a los procesos más invisibles, y en cuya articulación, información y comunicación, se han tornado vitales.

 ---

[1] Banquete, comunicación en evolución (2003). Publicación del Simposio Arte ciencia tecnología y sociedad. España. Pag  4.

[2] Mac Luhan, Marshall (1987) Comprender los medios de comunicación, Paidos, Barcelona. Pag 72

[3] Nietzsche, Friederich (1975). Más allá del bien y el mal. Alianza Editorial. Buenos Aires. Pag. 236

[4] Banquete, comunicación en evolución (2003). Publicación del Simposio Arte ciencia tecnología y sociedad. España. Pag  7

[5] Becerra, Martín (2003). Sociedad de la información: proyecto, convergencia, divergencia. Grupo editor Norma. Buenos Aires.

[6] Becerra, Martín (2003). Sociedad de la información: proyecto, convergencia, divergencia. Grupo editor Norma. Buenos Aires. Pag 34

[7] Brea, Jose Luis (2003) El tercer Umbral. Estatuto de las prácticas artísticas en la era Pag 125 y subsig.

[8] Levy, Pierre (1999) ¿Qué es lo virtual?, Paidos, Barcelona. Pag. 97.

[9] Brea, Jose Luis (2003) El tercer Umbral. Estatuto de las prácticas artísticas en la era Pag 125 y subsig.

[10] Lyotard, Jean-Francoise (1998). Lo inhumano, Mannatial, Buenos Aires. Pag. 69.

[11] Brea, Jose Luis (2003) El tercer Umbral. Estatuto de las prácticas artísticas en la era Pag 127.

[12] Weibel, Peter. La imagen inteligente, ¿Neurocinema o cinema cuántico?. Média Art, Prospect  UNESCO, Digi Arts y Mecad/Media Center d'art y Disseny de ESDI, Barcelona España. 2004

[13] Lucrecio Caro, Tito (1985) De la Naturaleza. Editorial Porrúa. México. Pag 29.

Bibliografía

- Badiou, Alain (2002) Breve tratado de ontología transitoria, Gedisa Editorial,   

  Barcelona

- Banquete, comunicación en evolución (2003). Publicación del Simposio Arte ciencia  

  tecnología y sociedad. España

- Becerra, Martín (2003). Sociedad de la información: proyecto, convergencia,

  divergencia. Grupo editor Norma. Buenos Aires

- Brea, Jose Luis (2003) El tercer Umbral. Estatuto de las prácticas artísticas en la era

  del capitalismo cultural.http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.0

- Lyotard, Jean-Francoise (1998). Lo inhumano, Manantial, Buenos Aires

- Levy, Pierre (1999) ¿Qué es lo virtual?, Paidos, Barcelona.

- Lucrecio Caro, Tito (1985) De la Naturaleza. Editorial Porrúa. México.

- Mac Luhan, Marshall (1987) Comprender los medios de comunicación, Paidos,  

  Barcelona

- Nietzsche, Friederich (1975). Más allá del bien y el mal. Alianza Editorial. Buenos

  Aires

- Weibel, Meter (2004). La imagen inteligente, ¿Neurocinema o cinema cuántico?.

  Média Art, Prospect  UNESCO, Digi Arts y Mecad/Media Center d'art y Disseny de  

  ESDI, Barcelona España.

 


Si quiere comunicarse con Dante Poletto puede hacerlo a dantepoletto@gmail.com
Esperamos Su Opinión.
 
¿No está suscrito? Suscribase aquí. 

[Volver a la Portada] - [Visita la Comunidad Escáner Cultural]


Las opiniones vertidas en Escáner Cultural son responsabilidad de quien las emite, no representando necesariamente el pensar de la revista.