Sólo
un cuento en este mes por ser muy especial, es una historia que puede
ocurrir en cualquier país, a ocurrido siempre, sobre todo ahora
que hay un poderoso presidente que persigue "terroristas"
en otros países con el fin de invadir y ampliar su imperio
y como siempre los que escriben la historia son los amigos de los
poderosos y la escriben a su modo. Porque en esta era de la información,
tenemos que saber informarnos, leer entre líneas, para no ser
engañados con la información sesgada y parcial.
Nuestro
amigo Bléquer, es profesor y no tiene medios para publicar,
si alguno de ustedes lectores tiene algún contacto que pueda
ayudarlo, le pueden escribir a alarsil@hotmail.com
Blequer
Alarcón Silvera: Nació
en el Distrito de Talavera de la Reyna, Provincia de Andahuaylas,
Departemento de Apurímac, Perú. Estudiando en la Universidad
Nacional de San Cristóbal de Huamanga, (Ingeniería de
Minas), fue tomado preso en dos oportunidades. En la más larga
llegó a estar en un Centro Penitenciario. El motivo: integrar
la plantilla de un revista y el escribir cuentos y poemas de protesta.
Continuó estudios universitarios en la Universidad Nacional
de Educación "Enrique Guzmán y Valle" "La Cantuta",
(Matemática-Física). Ejerciendo la profesión
de profesor,(1983) lo apresan nuevamente y pierde: poemarios, cuentos
y una novela .Las fuerzas de represión incineran estas sus
obras. En 1995, fortuitamente encuentra manuscritos escondidos, logra
publicar: "Y el camino no termina". Grupo de cuentos. Desde 1999 es
invitado a múltiples encuentros de literatura.
OBRAS
Editadas: "Y el camino no termina". Cuentos "Hacia el sur: sin rumbo".
Poemas.
Inéditas:
"Y el camino no termina". (segunda parte). "Antahuaylla".
Poemas. "El chacarero". Poemas. "Cárcel o sueño". Poemas.
"En el silencio". Poemas.
De:
"Y el camino no termina" (cuentos)
PEDRO
MANUEL: UN NOMBRE QUE NACIO DEL OLVIDO
"¿Donde
lo encontraron eso? Clavado en la puerta de la catedral.
Una
partida de guardias lo trajo esta mañana a la comisaría".
(Algo parecido a lo aducido por Augusto Roa Bastos, cuando
fue "El Supremo" de sus obras.)
SUCEDIÓ
ALGUNA VEZ
¿Hallaría
a Nayi, entre sus alegrías? Eso que todas las veces que asomó
la indeterminación por sus ideas, volando por el verdor de
los tréboles y la luz lechosa de la sierra, ella venía
corriendo en busca de una caricia. De aquellas que se alargaron formando
una luna inmensa que se asemeja al amor.
El lugar estaba opacado por translúcidas nubecillas, un vapor
frío mañanero buscaba los últimos olores de la
serranía.
-
Blequer- Es el eco de la distancia.
Caminando por un camino opacado por las ramas caídas de los
sauces llorones asomó el rostro del llamado, esa cara era el
pacto de la verdad y la mentira. La pampa desde donde se libraba de
las aguas del río Chumbao hasta donde se escondía entre
las sombras de las hierbas, se cubrió con los gorjeos de las
aves. Y al final de todo era una burda mentira, había sido
primero una alegría, una sensación de sentir la risa
dentro de la boca.
-
Blequer- El grito perdióse entre las brumas del recuerdo. Minutos
después una figura humana perfilose a las orillas del bosque
de aliso, como una paragua chorreante en tiempo de sequía.
La figura enderesose para que alguien le alcance un ramillete de flores
y se le ocurrió meter las manos al bolsillo. Es que Blequer
iba en alcance de la ósmosis de sus sueños, por eso
sentía que su fuga era ese, no el que ahora se desmoronaba
entre sus huesos y cartílagos.
La tarde a quien tantas veces contó sus cuitas púsose
su celaje más lúgubre, es aquel concierto de voces que
hace tiempo sonó su incoar, aquella con que siempre esperaba
al invierno.
"Un desaire no es el inicio de la muerte, es la muerte misma"
-
¿Por qué no has venido Nayi?-
Estaba agonizando el pregón de la tarde en las campanadas del
templo Santiago Apóstol de Talavera, con sus sonidos acalambrados
estaban prendidas a algunas campanas de otras campanas. En sus entrañas
las beatas rezaban por los que blasfeman en las sombras maldecidas.Por
eso el pregón, haciendose humano, abría y cerraba las
hojas de una Biblia. Para luego las malas lenguas continuarían
con su parloteo, hasta aquellos que leían novelas fornicadas,
lo hacen caminar en sus lenguas.
-
¡Por qué no viniste Nayi!-
-
¡Pobre cojudo él esperando y ella...!
DEBERIA
HABER SUCEDIDO
Blequer se percató que el regreso es realmente el irse en sentido
contrario. La verdad lo supo el momento en que su vida hizo un requiebro,
hasta sus llantos los guardó en uno de los bolsillos.
Pero se sabe que es tarea inhumana el esperar, aún así
es delicioso esperar, siempre esperando.
-
Blequer- La delicada voz pareció venir por el prado, con sus
sotanas de polvos antiquísimos. Por entre las hojas de las
retamas asomose unos labios, recibió un beso venido de la distancia.
-
Nayi, ¿por qué tardaste? -
No hubo respuesta, los labios desencajados se acurrucaron y se olvidaron
de su existencia. Después, por segunda vez, busca las huellas
del segundo beso. Por donde el Río Chumbao lame el césped
apareció una bandada de golondrinas, en ese momento sonaron
las campanas del templo Santiago Apóstol de Talavera, descolgando
a las personas que sacrificaron sus pecados. Blequer y Nayi se sobresaltaron,
en el llamado al sermón de la tarde, las horas habían
corrido.
"Un amor no es el inicio, tampoco el fin de la vida, sino es
la vida misma"
Esa tarde al volver de lo caminado, donde se unen todos los caminos,
perfilose las abrazadas imágenes, permanecieron inmóviles
frente a la luz desteñida del ocaso. Blequer enterrando su
vida en la agónica voz de una esperanza, quedose parado allí
donde le petrificaron.
-
¿Por qué me amas?- Murmuró Nayi.
-Te
amo por que te quiero- Blequer respondió como lo hacía
siempre.
El tenía una ilusión prendida a sus sueños, ella
poseía un cúmulo de deseos.
Los días pasaban, las mentiras volvían a buscar su sustento,
allí captó que ella ya no sentía el sentido de
las palabras. Su lengua habíase extendido cortado en pedazos
por las bocas y oídos de los militares, ella empezó
a decir los días del año como si la semana terminase.
-Mañana
es miércoles-
-
Si creo que es-
-
Entonces faltan tres días para el domingo- y no concluía,
en la bóveda de la boca se derruía otra mentira.
El domingo se hizo domingo.
ESTAMOS
GRITANDO
Estoy soñando que mi pueblo huye por el cauce de un río
largo y torrentoso. Muy de madrugada hombres vestidos con disparejos
uniformes llegan a introducirse hasta lo hondo de estos aciagos días,
corrían por el centro de la calle donde descansa mi casa. Uno
cree que es una columna que termina, no, después de sus fusiles
viene el grupo de policías, al final una colección de
perros-caza con sus caza-perritos. Todavía más atrás
las madres que perdieron a sus hijos, vienen halando sus lágrimas.
"Tiemblen
terrucos, tiemblen, los machos están pasando, nada tememos.
Vuestras sangres queremos".
Lo que corean rebota en las paredes de las humildes casas, estos lo
llevan a las terrosas caras de los inocentes vecinos. No sabemos donde
terminarán esos ecos, se adentran en el pueblo. Así
como nacen nuestros ríos, corrieron horas, dias, aún
agonizando llegaron al lado de nuestras desgracias.
Rutinariamente salían uniformados, jalando los intestinos de
los muertos que ellos lo mataron. Al sur de Talavera, el dolor de
los fenecidos estaba sobre la sonrisa de ellos. Nos encuentran escondidos
tras las paredes, unos sobre otros. Al levantar la cabeza y ver ese
grupo mortífero, buscamos nuestros féretro. Cavando
con nuestras manos, estamos en el fondo de las chacras, de tal modo
que no nos damos cuenta desde que lado están despidiéndonos.
RECORTE
DE UN DIARIO OFICIALISTA
Andahuaylas 1982.- El domingo de la semana pasada surgió una
interrogante por los acontecimientos ocurridos. En circunstancias
en que un grupo de valerosos Guardias Civiles abandonaban la sala
de uno de los cinemas que funcionan en esta localidad, un comando
de terroristas los atacó. Los guardias repelieron el alevoso
ataque, el grupo sedicioso se dio a la fuga. En la reyerta resultó
herido de muerte un guardia. El cuerpo del abaleado fue socorrido
por elementos de su institución, sin embargo el infortunado
guardia murió. El cadáver fue trasladado a la capital
del país, en esta se le rindió los honores que se merece
como héroe anónimo que ofrenda la vida por liberar a
su patria de ideas extranjeras. En reconocimiento a su acción
heroica fue ascendido al grado inmediato superior.
DEBERIA
DECIR
Andahuaylas 1982.- La noche del último domingo parecía
que una tragedia se cernía en el lugar de los hechos. Es verdad
en la salida del único cinema que funciona en esta ciudad sucedió
un hecho lamentable en el que cayó muerto un personal de la
Guardia Civil. Un nefasto triángulo amoroso parecer ser el
causante de este hecho, porque las evidencias lo dicen se llegó
a esa conclusión. Sucede que una quinceañera compartía
amores con dos guardias a la vez. Al término de la función
la muchacha salía con el de turno, en la puerta esperaba el
otro, en estado de ebriedad. En un arranque de celos le disparó
un tiro, ante la desesperación de la muchacha el galán
cayó al suelo. Herido de muerte, el guardia falleció.
Los del pueblo se preguntan: ¿hasta cuándo veremos estos hechos?
EN
LA IMAGINACIÓN DEL PUEBLO
Pocos minutos después de lo acaecido, quisiéramos dar
marcha atrás al tiempo, pero ya es tarde, el cuartel estará
como un hormiguero en pleno efervecer. Tal su costumbre, hacía
como años, desde que ellos bautizaron con el nombre de antisubversibo.
-
No quiero que vuelva a suceder lo del domingo pasado-estará
diciendo un comandante-con vuestras actitudes están denigrando
a nuestra institución, aquí estamos para pacificar,
no para regar muertos. Si los muertos son del otro bando a buena hora,
¿qué pasará si todo el mundo se entera?
-
Pero mi Comandante- estará interrumpiendo un capitán,
debe ser un capitán, porque en el Perú a los guardias
no los dejan hablar- no creo que se enteren, ya que los diarios están
desmintiéndolo.
-!
Cómo que desmintiéndolo y esa noticia salida en ese
periódico de marras que dice ser de oposición!
Los guardias, los otros, estarán orando un padrenuestro pecador
porque de seguro saldrán en redada.
-Lo
callamos al que escribió, incluso se le puede acusar como ser
integrante de una célula terrorista y asunto concluido.
-!
Entonces pónganse en movimiento!
Después buscaremos el principio de nuestras desgracias, que
sin ser culpables lo estamos pagando con creces. Quizá perjuremos
al nombre de nuestros antepasados, por dejarnos desamparados. Y ocurrirá
algo que no pudimos percibir: los ríos, los montes, las flores
de nuestras tierras, llorarán. Primero reirán sin dejar
de morder los gritos de sus abuelos, luego bailarán con los
pies de nuestros sueños, vendrán con sus zapateos. Desde
donde agonizan los caminos de la vida, los gritos serán llantos,
de pronto aullarán hasta llorar:!hasta volver a gritar!
VUELVE
LA LOCURA
Se hizo nuevamente la desgracia, hoy por la tarde a principios de
la noche, poco antes que toque las siete campanadas el reloj de Talavera.
Estamos iniciando a decir nada en nuestro silencio, pero no podemos
apartar la mirada de las alturas de Taramba. Al oeste de Talavera,
el cerro está llameando boconadas de sangre y lluvia amarillenta,
presentimos desgracias. Apretujándonos en un Avemaría
purísima sin pensar que el sudor de nuestro miedo está
chorreando por nuestras caras, la hoz y el martillo prendió
por horas, ni el viento de las alturas pudo sofocarlo. En esos instantes
alguien por la calle dijo: están iluminando el cerro los Senderistas,
inmediatamente las pesadillas cerraron sus puertas.
Para nosotros los arrestos no tienen nada de extraño, estamos
acostumbrados a ese trasfondo de una anécdota. La noche lo
pasamos en vela, escuchando las sirenas, perdido misteriosamente en
algún rincón del pueblo. La madrugada, sus primeras
horas, nos esperó con una noticia, es cierto no dudamos de
su veracidad: trajeron presos a campesinos de las alturas de Taramba,
dicen ser presuntos terroristas.
LA
DURA REALIDAD
El deseo de caminar convenció a Blequer a que ese día
debería realizar una caminata, sus pasos lo llevan por las
calles de Andahuaylas, por donde desde siempre está allí
un bar-recreo.
-Estoy
yendo a un lugar que no debo ir- pensó. Y cerciorose, él
era quien caminaba por entre el polvo y la arena de la Avenida.
-Estamos
en un mes donde el calor es insoportable, va subiendo por la garganta
como rastrillo en el jardín del vecino, lo hace con ansias
y a esto lo vence la sed-
Escuchó tras su espalda. Blequer volteose y no vio a nadie,
sólo por una esquina desaparecía un perro con el rabo
entre las piernas.
-¿Tomamos
unas cervecitas?- Volvió a oír la cantaleta. Giró
la cabeza, buscando el origen de la pregunta, nuevamente tras de él
estaba la voz de la nada.
-
No, tú no vives, sé que estás tras mis pasos
y eso que hace tiempo olvidé tu nombre, es por eso que no vives
en mi, ni tus gotas de aire, ni el eco de huesos rotos, estarán
en mi.-
-
No pienses en el pasado, el día que naciste tu país
ya era de otro. Uno vive rememorando sin más trato que con
los ricos y los ricos no saben de la pobreza. No fue en el pasado
que hicieron tu nombre, sino cuando tu pueblo volvía a mendigar.
¿Tomamos unas copitas?-
De repente se escuchó el ruido de las botellas al chocar en
algún anaquel. El acompañante ficticio apremió
-
Ya te dije las aldabas de tu tentación hace tiempo dejaron
de sonar, fue después que me comulgaron con tus golpes. Ahora
no te conozco, quizá seas el dueño de tus sueños.
-
Nos levantamos por nuestro Dios o en contra de él-
-
Ganas tú pese a que te tengo pavor-
Dejando atrás a su invisible dialogador, Blequer ingresó
al bar. En uno de los rincones de la sala, que apenas llega la luz
artificial de una bombilla, un grupo de guardias están sorbiendo
la acidez de unas botellas de cerveza. En el verdor de sus uniformes
están desmenuzando sus cóleras.
-!
Carajo debemos saber quién es ese que denunció en ese
periódico!-
Las carcajadas se esparcen por las paredes del bar, para después
chocar con el desolado pecho de Blequer. Los guardias no aperciben
que una sombra los mira desde las sombras.
-
Sabemos que dice llamarse Pedro Manuel, como el perro que nació
de padres desconocidos, no tiene nombre-
-
Oye no crees que lo que escribe ese Pedro Manuel, son verdades-
-!
Cállate mierda te van escuchar!
Blequer olvidó su nombre para ir en busca del verdadero, siente
que nunca podrá cambiarlo, ese que sin querer se puso. Luego
ve la silueta de una mujer contoneándose por entre las mesas,
está sentándose en las rodillas de uno de los guardias,
está pasando los brazos por el cuello de él. Es Nayi,
es el canto del engaño, es la desesperación de Blequer
en la mirada a ese rostro que se va impregnando al olvido.
-
¡Maldita, maldita!-
Ahora si el domingo se hizo domingo, casi por verter lágrimas
alejose del bar, nuevamente buscando su destino.
YO
ME LLAMO
Pisa las hierbas de las calles de Talavera, sin hallar las huellas
perdidas de sus pasos. Sube a los cerros esperando ver la despedida
del sol, no los ve. Son días, quizás un grupo de horas
pegado al sopor del licor. Alguien le dijo: baña tu cuerpo,
está destiñéndose, baña antes que mueran
tus heridas. No acaba el licor, las botellas están atravesando
un campo de guirnaldas negras.
Y los diarios sin dejar de parlar. Hay uno que dice: Los guardias
antisubversibos, al no lograr atrapar a los sediciosos se ensaña
con los inocentes. Hay otro que dice. En el Perú la muerte
acecha en las alturas y quebradas de la sierra.
Otro día la cara desborda un licor sin color, en un intento
vano de parar los días, alguien tiende la mano.
-
Ya no bebas Blequer-
Las humanitarias manos son apartadas, quedan colgadas en otros brazos.
Imagina que sus hermanos le quieren odiándole, lo que conseguía
fue que continuaba metiendo sus filosóficas penas en un hospital
de suposiciones.
Un día de agosto la imagen de Nayi se recorta entre el torbellino
del licor. Ella tan bellla, tan dulce ella. Blequer ve el cielo sin
mirarlo, cuando un beso viene a despertarlo. La tarde huele a lluvia,
a vasos helados y húmedos. La risa de Nayi estaba lejos, ahora
está cerca.
-!
No tú estás muerta, ya no vives en mi!-
-
Blequer- es una voz acariciante, saliendo del orden de las cosas.
Empieza a ver una procesión de caricias, abre los ojos ella
está frente a él. Es de día, no ya es noche cerrada
esa tarde de agosto. Vuelve a abrir los ojos, ella continúa
parada en el borde del vaso. Tiene deseos de abrazarla, de asfixiarla
en sus brazos.
-
Ud. se confunde señorita, a Ud. no la conozco- empezaba a andar
hasta llegar a su lucidez.
-
¡Qué pasa, soy Nayi!-
Por si fuera una diosa pagana, por si fuera la única mujer
apresada en una gota de lluvia, que importaba que se llame así.
-
Se equivoca señorita, me llamo Pedro Manuel-Deja la silla,
da la espalda, dando traspiés de beodo se pierde en el anonimato
de su nombre.
COLOQUIO
DE DOS VIVOS-MUERTOS
La gente aprendió a mofarse del dolor ajeno, es simple hacerlo,
tan sólo tiene que reír hasta cansarse. Por esto los
vivos-muertos se pusieron verdes, uno de ellos decía al otro:
-
¿Estoy muerto en vida?-
-
No, no Blequer, tú vida no es cosa que se pierde en el olvido.
Aunque no lo quieras estamos contigo, por eso continúa escribiendo
hasta que desaparezcan los lamentos de nuestro pueblo. Si no nos dejan
escribir, haremos que miles y miles de yuntas lo hagan.-
-
Oye Pedro Manuel lo dices como si el muerto fueras tú y no
yo. Lo digo porque hasta ahora nadie dijo: Pedro Manuel ya no está
en éste mundo, sólo que de tanto mirar las injusticias
se recostó en una mesa y está durmiendo hasta que alguien
lo despierte.-
-
Por fin ¿cuál de los dos somos los muertos?-
-
Escucha, ya no hay gusanos que nos muerdan, uno se acostumbra a no
cerrar la boca.-
-
Entonces, ¿vamos a morir?-
-
¡No!, ese vocablo está mirando un lugar donde dormir, pero
ya debes saber, morirán nuestros cuerpos, nuestros nombres
estarán en la cima de los candelabros del velatorio. Las metáforas
recularon hasta toparse con una pared incomprendida.-
Ese día los diarios volvían a circular por las calles.
Mientras los de la plebe hablaban poco, cada vez menos, se llevó
a cabo el juramento de un Ministro que por siempre será maldecido.
Escondiendo su sonrisa ante la realidad dijo: de cien muertos, por
lo menos tres traidores a su patria estarán entre ellos.
Y renació las matanzas, pór más que frente a
ellos estaban las rodillas arrodilladas de los que no saben el por
qué en sus tierras los ríos tienen color de sangre.
-.
Pedro Manuel, ¿continuamos escribiendo?
-.!Claro
nadie nos callará!
YO,
PEDRO MANUEL
En Talavera los hermanos de otras casas estarán durmiendo.
Me encuentro despierto deseo que me encuentren así, mirando
al frente, por la ventana de mi casa, allá al cerro Irapata
donde los eucaliptos están saludándome despidiéndome.
La luna hace poco se perdió en las alturas de Taramba, estuvo
haciendo las últimas sombras con los techos de las casas, por
la calle ya pasaron vehículos. Acaba de escucharse las campanas
del reloj de la plaza de armas, esos toquidos hacen que despierte
más, pues estoy viviendo en un soplo glacial del frío
serrano.
-¿Lloras
Blequer, lloras?, pareciera que en lugar de caricias te hubieran bautizado
con lástima. Parecieras estar imitando a los que lloraron sangre
en Uchuraccay.
Las campanadas del reloj fueron cinco, entonces deben ser las cinco
de la mañana de un agosto cualesquiera. No sé si volveré
a bucear en la sonrisa de Nayi, de todos modos encuéntrome
apacible, como el cadáver que espera al sepulturero, a su panteonero.
Destrabando fácilmente el aire a lo lejos se escucha las notas
de un huayno, es igual se pierde en la lejanía.
Por fin oigo alborotos, afuera. Nunca pensé que para apresar
a un muerto-de-hambre, era necesario que venga todo un grupo. Acaban
de allanar la casa del vecino, se equivocaron de puerta, ese no es
mi hogar, es esta donde les espero desnudando mi alma, escribiendo
en las páginas de la vida:"En el Perú el decir
una verdad es un pecado".
Mis padres continúan descansando, sin pensar que dentro de
unos instantes el infierno estampará su firma. Los golpes retumban
en las entrañas de la puerta. Aparece la punta de unas botas
policial, es la primera luego vendrán otras. Me tocó
la mala suerte de encontrarme con ellas.
Talavera, junio de 1986.
-Uchuraccay-
Voz Quechua. Ruinas con ajíes. Comunidad Ayacuchana.Lugar donde
murieron periodistas, hasta hoy asesinato no esclarecido.