Escáner Cultural

REVISTA VIRTUAL DE ARTE CONTEMPORÁNEO Y NUEVAS TENDENCIAS

ISSN 0719-4757
Fotoproyecto Chile

“Error de Memoria” de Nicolás Rupcich, 2011.Ubicación Plaza Italia

 

 

                                              ESTRATEGIAS DE VISIBILIDAD, COMPARTIENDO EL ESPACIO PÚBLICO

 

Mane Adaro                                                                                                                                                      Mane.adaro@gmail.com

 

Alejandro Maureira, Álvaro Rojas Sastre, Carolina Redondo, Cecilia Avendaño, Cristóbal Barrientos, Cristóbal Olivares, Cristóbal Traslaviña, Francisca Burgos, Inés Molina, Jorge Pasmiño, Kurt Petautschnig, Margarita Dittborn, Nicolás Rupcich, Nicolás Sáez, Nicolás Wormull, Raúl Charlin, Rosario Montero, Sofía Sierra.

 

 

Compartir el espacio público entre imagen, arte y espacio callejero, obedece desde los años 60 a un profundo cuestionamiento sobre el significado del Museo de  Arte como  espacio contenedor. Aquel que en aquella época validaba y dictaminaba desde una mirada de carácter institucional, las representaciones artísticas y a sus representantes. El espacio museal reducido simbólicamente  a una forma física insuficiente, era incapaz de albergar los deseos de expansión de las nuevas propuestas que venían desde el mundo del arte. Y en el marco febril de aquellos años plenos de cambios y transformaciones político-sociales,  finalmente dejaron en evidencia una estructura de diseño limitante que desencajaba con la realidad bullente y rupturista.  El neovanguardismo suspendido en el tiempo -espacio de una modernidad-postmodernidad, veía en la figura institucional del Museo un fiel representante de la herencia y el pensamiento clásico,  que confirmaba y avalaba que todo lo exhibido en sus espacios era “buen arte, en un buen formato, en el buen lugar”. Conceptos que priorizaban obras perennes y perdurables, en contraposición con una obra efímera y el deseo artístico que experimentaba con lo performatico, expansivo e ilimitado.                                                                                                                                             Desde este periodo de  crisis el Museo tuvo una transformación de conciencia y responsabilidad, que en la actualidad se traduce en una filosofía cercana a un espacio como transmisor y mediador de ideas.  

Espacio abierto

Guillaume Desagnes (Francés, crítico de arte, curador independiente) en su texto para Madrid Abierto 2007 (1) explica:         “Hoy día, que se sabe que el museo puede absorberlo todo, validarlo todo, para bien o para mal, el arte ya no tiene la necesidad de invertir en los espacios públicos de forma reactiva, sino más bien de manera activa. Es decir, en el caso de los proyectos concretos en los cuales parece necesaria y apremiante una confrontación con lo real”. 

                                                 

                                                                        

   “Héroes y heroínas “de Alejandro Maureira, 2010. Avenida Vicuña Mackenna c/ Alameda.

 

 

La referencia textualmente alude a esta experiencia posible de ser realizada en el espacio citadino y callejero; interviniendo, instalando, interactuando y generando una relación de acción y articulación  entre arte y  mundo real (aquél el del movimiento y el caos).  

 

El espacio público de características inmanentemente efímeras, limitan la acción de arte a una  posibilidad y tiempo de incertidumbre y descontrol,  al ser un espacio/tiempo que fluye y que pertenece a la esfera de lo colectivo, la masa,  al designio de la duda frente a la indiferencia o a los cientos de códigos callejeros, desconocidos y adversos.                               Es esta vulnerabilidad el motor que potencia el reto e injerencia de toda intervención.

 

Algunos puntos convergentes que explica Guillaume Desagnes  (2) en su texto:      

-La obra en los espacios públicos siempre va a perturbar una situación existente y a cuestionar su propia identidad en tanto que obra.

-Por tanto, no son un lugar en donde invertir, habitar y aún menos ocupar. Siempre será un espacio «que compartir».

-Los espacios públicos son un espacio difícil e ingrato que se resiste.

-Nunca será un territorio neutro ni pasivo.

-Los espacios públicos, por su energía de vida, son el mejor lugar y también el peor: el de la incomodidad, lo inesperado y el caos. Nunca se está a gusto. Toda intervención queda fuera de control.

-En los espacios públicos hay que aceptar la posibilidad excepcional de un enfrentamiento inédito, salvaje y espontáneo con arte, aunque también y de forma simultánea, el rechazo, la indiferencia y el desprecio.

-En el espacio público, la obra es móvil, dinámica, impugnada y, por tanto, está viva.

-En este sentido, el arte en el espacio público siempre es arte de la performance.

-Su fuerza procederá también de su capacidad de resistirse a la desaparición

-Las cuestiones éticas de un proyecto en los espacios públicos son más agudas que en el mundo del arte porque intervienen en el espacio de lo real.

                

                                                                                                                                                               

 

”Point of View” de Carolina Redondo, 2009.   Metro Baquedano    

 

Ahora la fotografía como soporte por su bidimensionalidad y estructura, por su simbolismo y polisemia, genera una compleja red de  conexiones,  que añaden nuevos aspectos a esta posibilidad de visibilidad; como estrategia tentativa de intercambio entre el hábito de la mirada domesticada del transeúnte y la carga de una ciudad excedida en estímulos visuales, tanto, que se vuelven invisibles y o susceptibles de ser vaciados de todo significado y sentido. (Las imágenes nos gritan su orfandad y ausencia). Diego Lizarazo, (3)     

                                                                                                                                                                                                       En la esfera de la cotidianidad, la fotografía para confrontarla  al mundo de la interacción callejera posee en sí una estructura delicada de materia plana y delgada, que necesita de un soporte fijo que abrigue, proteja y la enmarque dentro de una dignidad acostumbrada; o en ausencia de soporte, que su componente materico sea  resistente a las “interferencias antojadizas” del medio y  entregue el poder suficiente para desplegarse autónomamente.                                                       

El sitio de la imagen pública instaurada en la contaminación visual de los avisos publicitarios, que a la vez es una imagen engañosa, que manipula y seduce para satisfacer su necesidad mercantil, pareciera dejarnos en un estado de hiperrealidad; provocando el choque entre una colectividad que lucha por su sobrevivencia diaria en una ciudad cargada de símbolos y exigencias de consumo, a una realidad inaccesible y anacrónica a sus  necesidades primordiales.                                       Jesús M. de Miguel y Omar Ponce de León (4) en su libro  “Para una sociología de la Fotografia” señalan,  “Las  fotos explican, hacen sentir algo y ordenan el conocimiento. Son tres procesos de elaboración del conocimiento importantes. Suponen una forma peculiar de conocer la realidad social, pero también de crearla” (punto suspensivo…)                          

 

 

                                                                  Home Sweet home? de Cristobal Traslaviña. Alameda c/ Avenida Vicuña Mackenna                                                    

 

Dentro de este contexto la exposición fotográfica callejera Desviados, funcionó como una vitrina emplazada en medio del tránsito; montando 54 fotografías diferentes de 18 jóvenes autores, en los paraderos publicitarios de las troncales de buses en forma intermitente entre el metro Escuela Militar y el metro de Estación Central.

La idea de mostrar fotografía contemporánea y ubicarla en un circuito de una cotidianidad diferente (transitada por un público que normalmente no asiste a galerías o espacios de exposición, que trabaja y pertenece a una clase media y pobre), genera un punto de comunicación suplementario que se da al desplazarse desde la galería tradicional al espacio sin pertenencia; el de la calle.                                                                                                                                                                                    La intención de subvertir la mirada habitual yendo al encuentro, posicionándose  dentro de un mapa o plano informal como pueden ser estos paraderos de buses transitados y simbolizados en descontento social; como espacios  que acogen  el registro, el trazo y la huella de una ciudad anónima; que contrasta con la imagen de los rostros y figuras conocidas publicitando y vendiéndose, confronta la realidad de este encuentro en medio de la Avenida principal en una serie de preguntas interminables: sobre el arte, su pertinencia, su ubicación  y proyecciones posibles.    

                                              

 

“Estado de sitio” de Rosario Montero, 2010. Alameda c/ Avenida Vicuña Mackenna

 

 

La espera obligada da pie a esta invitación, para extrañarse o sumergirse en una imagen que ya no es  producto o falacia. Pero que desde la imagen limita con una realidad inasible y simulada como los retratos de la serie “Vacío” de Álvaro Rojas Sastre. Rostros en primer plano, en posición  inhabitual, no se descifra si  han caido, si reposan, o nos interrogan con su mirada fija y directa. En otras imagenes un ambiente familiar, intimo  como los personajes de Cristóbal Traslaviña, en “Home sweet home?", vemos a  su padre  disfrutando una cerveza,sentado frente a una imagen de ensueño;un telón de plástico que funciona quizás como cortina y que le da la posibilidad de vacacionar en su mente  instalado en medio de la Alameda.  No es un modelo que promocione algo, esta imagen en si no vende nada, solo es una realidad generalizada;soñar a través de un sueño una postal para una clase humilde;empobrecida.    

Kurt Petautschnig en “Escena de paisaje”, aborda la idea de un paisaje sobrepasado por la lucha de la tecnología y un territorio cambiante, muchas veces anodino, aparentemente inocuo, inofensivo; escondiendo la verdadera naturaleza de una tecnología insertada, dañina en medio de poblaciones o casas de clase media.  Muchos de los artistas invitados cruzan esta línea de lectura  entre realidad y simulación, variando su significado en el  contexto de la instalación. Rosario Montero en una de sus series de “Estado de Sitio”, devuelve la imagen de un objeto citadino, una cámara de seguridad que luce instalada en la vitrina iluminada de un paradero, como un ícono, un objeto instaurado en la cotidianidad del siglo XXI.    

 

                                                

                     Escenas de paisaje” de Kurt Petautschnig,2011. Calle Merced c/ parque Forestal

 

Carolina Redondo en su serie “Point of View” a raíz de una residencia acontecida en  Isla de Pascua, realiza un performance que la sitúa en una capa existencial de no pertenencia y transición; un estado liminal de suspensión entre dos tiempos y espacios a raíz de su experiencia intercultural de vivir entre dos países(Chile/ Alemania). Vemos las fotografías de una belleza inconmesurable atrapadas en la fugacidad de dos ritmos diferentes; el tiempo existencial que señala la imagen y el tiempo real transitorio. También la obra de  Cecilia Avendaño con su imagen “S/t”, es un rostro joven que no pertenece a una realidad posible; es la imagen de una transgresión casi performatica, un deseo grupal de perfección que funciona a través de las imágenes de rostros que la circundan, fotografías instaladas por las compañías de publicidad, que funcionan en este punto como reflejo/espejo de una identidad vaciada de rasgos o signos verdaderos.                                                                          

 

S/t. de Cecilia Avendaño, 2011. Plaza Italia.                                                                                                                            

 

"Desviados  en medio del tráfico funciona como desvío, desvarío, búsqueda, para apartarse  de la ruta establecida y  generar otras conexiones en los limites posibles de una imagen como signo e  interpretación".                                                                Este proyecto fue posible gracias a la invitación cursada desde el Consejo de la Cultura, área fotografía, desde el 19 de agosto al 6 de septiembre, 2011, Santiago de Chile.    

 

Otras imagenes.

http://www.artishock.cl/2011/08/fotografos-exhiben-en-paraderos-de-buses-de-santiago/                                                                                                               

1 Madrid Abierto, http://www.madridabierto.com/                                                                                                                              2.Guillaume Desagnes (Francés, crítico de arte, curador independiente) Texto para la versión de Madrid Abierto 2007.           3.Diego Lizarazo. Sociedades Icónicas: historia, ideología y cultura de la imagen                                                                                               4.Jesús M. de Miguel y Omar Ponce de León, Para una sociología de la Fotografia, Pag. 88                                                

 

 

Mane Adaro                                                                                                                                                                                    La acera del frente  http://fotografiasmaneadaro.blogspot.com/                                                                                                      Chilenización de la fotografíahttp://chilenosenfotografia.blogspot.com/

Escáner Cultural nº: 
140

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