Escáner Cultural

REVISTA VIRTUAL DE ARTE CONTEMPORÁNEO Y NUEVAS TENDENCIAS

ISSN 0719-4757
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Escritos en Zig Zag

Experimentación sonora, afectos y territorio.
Sobre el trabajo de Sebastián Tapia.

 

 “La música tiene cuerpo. Abulta. Nos llega diseminada a través de gestos-sonidos-acciones-luces-colores. Es el gesto el que provoca el sonido, no el instrumento. El comportamiento en escena es signo en sí”
Mauricio Kagel
 

 

Samuel Ibarra Covarrubias

 

Un creciente y sostenido proceso de dasnarrativizacion general atraviesa la vida en el mundo contemporáneo. Se asienta una sensación de fugacidad. Bajo regímenes de híper producción el ser humano se transforma en un “animal laborans tardomoderno”. Una entidad gerenciada por los flujos de la oferta y la demanda. El cálculo como patrón rector de todo desplazamiento colabora definitivamente con la ideología del adelgazamiento de sentido, imponiendo la lógica de lo liviano para que nada se haga políticamente problemático

Desnarrativizar supone restar palabras a las imágenes, desbaratar contenido y sustraer la necesaria complejidad que suponen los signos dispuestos en un trayecto. Desnarrativizar es desalojar del sentido la densidad simbólica para narrar las fuerzas que lo mueven.

El ruido como búsqueda y experimentación aspira a tensionar las formas sonoras preconcebidas y consideradas tradicionales aunque justamente a veces su propuesta este lejos de las consideraciones o valoraciones académicas o institucionales los artistas ruidistas se juegan entre la indiferencia y la porfiada insistencia en actos estéticos que no aspiran a “cambiar la música” sino a pensar figuras donde la disonancia radical abre otras vías de interpretación.

Si cierta música experimental en su fase hipermoderna ha entrado en una tendencia hacia lo digital, asépticamente programada y de factura ultra limpia, el ruido nos ha nutrido de una rugosidad tensa y critica, deformando y haciendo estallar la ilusión de una realidad musical impuesta. Su operatoria de deformación sonora toma elementos que nos rodean y se mezclan apropiándose de desechos y estímulos exógenos no solo remitiendo en su acción a lo natural sino desanudando una compleja traslación sónica de los diagramas con que se organiza nuestro orden subjetivo y social. En estos trazados no es difícil leer las fuerzas que hoy crispan lo social, lo económico y lo cultural.

El ruido y su política de contraposición de las dominancias alteran la comodidad de las dinámicas del consumo avanzando desde una tipología ideal del sonido hacia un deseo de desprogramación de una escucha automática a otra donde se descubren y se leen traumáticamente aveces formas ocultadas e intentadas domesticar para que se despojen de sus dificultades e incomodidades discursivas.
El ruido enciende narrativas y llena de sustancias los espacios donde la fantasía tecnológica ha pretendido decretar la última palabra desautorizando la anarquía de lo vivo.

En esta conversación, el músico ruidista Sebastián Tapia (1985) habla de sus procesos y como ellos operan en consonancia con un deseo de investigar vitalmente los espacios, movilizando cadenas de afectos, deseos y una profunda conciencia de hacer lugar y territorio desde su cuerpo siempre en zigzag, en fugas y retornos.

¿Que detonó tu acercamiento al trabajo con sonido? ¿Cuáles son tus procedencias biográfico-culturales y cómo desemboca en lo que vienes realizando?
Creo que todo parte al haber sido bombardeado por estímulos sonoros-visuales durante mi infancia, principalmente por mi hermano Joan y luego por mi primo Pedro, con ellos conocí desde el folckore hasta el grindcore. Sin duda ahí se formó mi amor por la música y el ruido. Cuando era más grande asistía a un montón de tocatas, iba a ciclos de cine, escuchaba mucha radio, principalmente la Radio Valentín Letelier quienes además, organizaban eventos de música de vanguardia, también asistía a las fechas de Acéfalo, que tenía otro nombre en ése entonces, ahí vi un montón de propuestas increíbles, cómo al finao Karkowski que me voló las orejas e hizo que me enamorara del ruido, eso fue el año 2007.
Creo que también algo importante fue cuando estudié sonido (2003) y música (2007), no solo por el hecho de aprender “lo correcto”, sino porque ahí conocí algunos compas que tenían inquietudes similares en relación a la experimentación y el ruido, también ahí conocí a Graciela Muñoz y Cristián López quienes me mostraron otro universo musical y sonoro. Luego en el 2011 viví un tiempo en Sao Paulo, ahí comencé a participar de una orquesta de improvisación durante aproximadamente seis meses app, al volver a Valparaíso decidí que mi camino tenía que ir por lo experimental y así fue.
Desde ese entonces he participado en diferentes proyectos como:
Smisilastilan (2005-2013), Cola de Zorro (2008-2013), Kafarenass (2008-2010), Planeta Minimal (2008-2010), Orqueta Errante (2011), Laboratorio de Arte Sonoro (2012-), Colectivo Eunk (2013-2018), Hogareño (2014-), DONFERNANDO (2014-), SRTN (2016-), Funcionario Público (2017-), Colectivo No (2018-), Rata Sorda Rec (2018-), Sísmica (2019-), Soro (2019-). Con algunos de estos proyectos he tenido la suerte de poder viajar, tocar en festivales y encuentros en: Chile, Argentina, Perú, Brasil, España, Francia, Alemania y Estados Unidos. Además de grabar cerca de 40 discos.
En la actualidad estoy poniendo mucha energía al proyecto Rata Sorda Rec que es una especie de plataforma de difusión de música experimental a través de registros en vivo, realizados principalmente en Valparaíso donde han participado distintos artistas nacionales e internacionales.


Entre referentes, influencias, citas e intertextos ¿cómo se ha modelado tu trabajo? ¿Qué lugar ocupa en él lo conocido y lo revisado? ¿Qué valor le asignas a conceptos como originalidad o repetición?

Por lo general en mis proyectos creo mantenerme bien permeable, trato de escuchar harta música de distintos estilos, por otra parte me gusta incorporar cosas que me rodean, que me parezcan interesantes o que me llamen la atención, desde sacar, por ejemplo, nombres o ideas de noticias, libros o películas, hasta recoger objetos en la calle y utilizarlos para hacer ruido. En el proyecto Hogareño, junto a Renato Ortiz, utilizamos objetos que hemos recolectado de nuestras casas o de la calle, cosas en desuso. Lo que me parece entretenido de eso es poder darle vida a algo que aparentemente no tiene, además, estos objetos crean un lugar común con la gente que asiste a nuestras presentaciones, claro escuchan unos sonidos que pueden parecerles rarísimos, pero ese sonido abstracto es generado por objetos que las personas manipulan a diario, como por ejemplo un tarro de café. Recuerdo una vez en NY (2015), íbamos a presentarnos con Toto Alvarez e Isidora Edwards en “Downtown Music Gallery” antes de tocar yo recogí unas latas de la basura y encontré hasta una mesa para poder poner mi set de materiales reciclados, estábamos junto a un amigo que falleció que se llamaba Ryan Walsh, el me dijo: “además de guitarrista eres un basurerista”.
En relación a la originalidad, creo que es algo importante, siempre y cuando no sea algo forzado. En lo personal, durante mi proceso creativo, la verdad no pienso mucho si lo que hago es original o no, de lo que si me preocupo es tratar de tener conciencia de donde estoy creando, en que tiempo y lugar, y ver que ha sucedido antes y como eso influye en lo actual. Para eso hay que mantenerse abierto a mirar y escuchar lo que sucede en nuestra contemporaneidad. Por otro lado creo que la experimentación puede generar un resultado particular y original, quizás no siempre, pero puede suceder.
Y sobre la repetición, se me viene a la cabeza el señor Alvaro Peña que tiene una canción que se llama “La repetición mata” no sé que habrá querido expresar en su canción, pero el nombre me parece genial y concuerdo con eso, supongo que por eso me encanta la improvisación, porque hace que las cosas estén en movimiento, siento que es algo fresco, por eso también me gusta participar en varios proyectos con formatos, personas e instrumentos diferentes, me gusta el movimiento de las cosas.

¿Es posible tejer una relación entre ruido y política? ¿Cómo definirías tu política del ruido?

Claro que si, creo que el ruido como expresión es una liberación y si es una liberación ha de ser porque existe una represión. Dedicarse a hacer ruido, a mi parecer, es algo que se aleja del sistema, del mercado de la música y del arte, ya que propone un paradigma distinto. Cuando uno está en la experimentación te das cuenta que no hay mucho apoyo, que todo depende de uno y estás obligado a practicar la autonomía en amplio sentido, creo que eso es algo muy valioso que he aprendido durante estos años. Además en la actualidad lxs creadores estamos obligadxs a hacer todo, crear, registrar, publicar, difundir, organizar, cobrar la entrada, ver la parte técnica. Es agotador si uno está solo, pero siempre hay alguien que apaña y es genial cuando comienzas a conocer gente que está en la misma sintonía en otros lugares y comienzas a generar vínculos, a trabajar en conjunto, eso es lo hermoso de todo esto, creo que esa es la forma con la cual esta contracultura adquiere un sentido.
Mi política del ruido, o más bien mi acción en esta política, tiene que ver con la propagación de expresiones sonoras que no tienen apoyo ni lugares para difundirse y presentarse, a mí en lo personal me agota mucho el tema de la gestión, de hecho tengo una visión bastante crítica hacia la gestión cultural, sin embargo realizo esas labores por el compromiso que tengo con el ruido, por la necesidad de compartir con gente, expresar ideas distintas a través del ruido y la experimentación. Por eso desde el año 2013 he trabajado en la organización de actividades y también por eso creé el proyecto Rata Sorda Rec para seguir esparciendo el ruido.

En tu proyecto Funcionario Público el cuerpo aparece caracterizado como un trabajador oficinista, el maletín es un meta dispositivo donde se crea y administra el sonido que se va generando ¿Cómo fuiste armando ese personaje? ¿Cómo pensaste su performance?

Funcionario Público nace de la necesidad de explorar el ruido de forma cruda y extrema, la primera presentación fue en el festival Pacífico en Lima el año 2017, la verdad no había planificado nada y tenía que cerrar el festival, tenía mis cosas listas para meter ruido que básicamente son cuerdas y alambres que amplifico con micrófonos de contacto, procesados con una distorsión y delay, además de mi tenida (camisa y corbata). Antes de mi presentación estaba performando mi amigo Frido Martín, quien había vendado a todo el público y generaba un ambiente mántrico con sus feedback, en ese momento dije, bueno para contrastar esto voy a meter harta bulla, además Frido siempre viste con camisa, así que ahí decidí también sacarme la camisa y la corbata, había estado vestido así durante todo el día. Cuando Frido terminó yo estaba ahí encapuchado a wata pelá y comencé a tocar de forma desenfrenada con unas cuerdas metálicas que amplificaba y distorsionaba, con ellas golpeaba mi cuerpo para generar sonido y bueno, así fue la primera vez que toqué con Funcionario. Fue bastante espontáneo, luego de eso decidí seguir trabajando de esa manera con el proyecto, me refiero a mezclar el ruido con la performance, pero trato que sea siempre algo natural y no forzar el tema de la perfo ya que es una área que no manejo.
Para nutrir el proyecto pienso en el cliché del trabajador que no tiene tiempo para nada más en su vida, que es un esclavo del sistema y que por diversas razones no puede escapar de esa situación, con una mezcla de asesino en serie tipo “American Psyco” y con la histeria de Alvaro de Campo (heterónimo de Fernando Pessoa). El ruido sería como la forma de expulsar o transmutar todo lo negativo de este personaje, sería su liberación.

 

 

Rata Sorda opera como banco de información acústica que se nutre de elecciones tuyas. Está curada por afinidades que se organizan barrocamente. Cómo ves el problema del archivo sonoro hoy. ¿Qué rol cumpliría en una época rebasada de información y producción?

Desde el 2013 he trabajado haciendo registros de audio en actividades vinculadas a la experimentación junto a Acéfalo, Colectivo Eunk, Hogareño, entre otros. Cada vez que organizábamos una actividad hacíamos el registro. De esa manera fue como llené mi computador (herramienta de trabajo) de archivos de audio, hasta que el año 2018 decidí comenzar a publicar todo el material que tenía. Así nace Rata Sorda Rec que se define como un espacio de difusión de música experimental, ruido y otras expresiones sonoras.
En relación a la pregunta, el proyecto Rata Sorda Rec es totalmente inútil, en el sentido utilitario o mercantilista, su única finalidad es compartir (el compartir podría ser algo “revolucionario” en esta época individualista, (capitalista). Actualmente la página tiene cerca de 120 archivos de audio. iImagínate, un archivo que estaba alojado en un computador, donde nadie lo escuchaba, luego se publica sin ser editado y ahora tiene más de 100 reproducciones, seguramente cuando fue realizado el registro no llegaron más de 30 asistentes. Con esto podemos concluir que se cumple el objetivo de difundir y compartir. Estos registros de audio se convierten en archivos que nos permiten corroborar que algo sucedió, cómo un foto o un video, de esta manera, para mí, adquieren un gran valor. Por otra parte los archivos que hay en Rata Sorda son de artistas que se dedican a la experimentación de forma comprometida, quiero decir que no es cualquier archivo, hay un trabajo y un bagaje tras cada propuesta registrada.
Podríamos decir que el público de Rata Sorda son las personas que gusten de expresiones sonoras más arriesgadas, que se escapen de los cánones de la música tradicional.
Actualmente estamos trabajando junto a Renato Ortiz en el proyecto y los planes son seguir registrando actividades en vivo principalmente en formato de audio y foto, algunas veces en video de corta duración. Además estamos invitando gente para publicar discos, por el momento virtuales, y estamos trabajando para organizar una especie de festival, o mejor dicho, jornada de ruido “Rata Sorda Fest” que haremos en Valparaíso en el mes de Noviembre.

Eres parte de una generación inquieta, una escena que trabaja a la mano de tecnologías cada vez más asequibles, de forma desterritorializada y en red. Podrías perfilar los desafíos que esas condiciones imponen o suponen para un creador que trabaja lo sonoro experimental?

Creo que, al igual que muchas otras cosas en la actualidad, lxs creadorxs sonoros deberíamos trabajar en la deconstrucción, de alguna manera ya hemos dado un paso al estar generando sonidos o ruido de una manera experimental, pero por lo general seguimos atrapados en ciertos modelos hegemónicos del mercado, de la industria y la cultura musical.
Un desafío interesante sería quizás pensar e idear nuevas formas de difusión, pienso por ejemplo que publicar en cassette, CD y vinilo está bien pero quizás deberíamos idear otras formas. Con el proyecto Hogareño publicamos el año 2016 un disco-fanzine que se llama “Picotéo” hicimos una convocatoria por internet para que gente enviara textos e imágenes bajo ese concepto, fue algo entretenido, en el sentido que no fue solo un disco, sino que hubo un trabajo colaborativo interesante. Luego el 2017 hicimos un disco-objeto “A-LKX” la idea fue hacer un homenaje en vida a Lukax Santana, un referente de la improvisación libre quien utiliza como instrumento una amplia variedad de objetos cotidianos, por eso decidimos que el disco fuera un objeto sonoro que tuviese un código con el link que te permitiera ir a la página web donde está alojado el disco, nuestro amigo Rodrigo Acevedo nos propuso esa increíble idea. El año 2016 con Hogareño organizamos “IV ciclo sonoro experimental” que consistió en invitar a 4 proyectos a realizar una intervención en la feria del Belloto, en dos de esas fechas nos cortaron la luz y nos echaron, pero lo importante fue el vínculo que se generaba con las personas, claro, había de todo, unxs nos odiaban y otrxs agradecían lo que estábamos haciendo.
Creo que ese tipo de cosas, por lo menos para nosotrxs, nos ayuda a mantener la experimentación viva y no estar estáticamente haciendo lo mismo siempre.

En qué medida crees que los creadores ruidistas y Noise colaboran a tensionar críticamente  los modelos culturales centrados en la alienación y el consumo. Su misión es únicamente una operación de fractura o hay en definitiva un planteamiento estético también?

Técnicamente podemos decir que el ruido -noise- propone un quiebre a la larga tradición de la música occidental (desde el siglo V hasta la actualidad) que se centra principalmente en la tonalidad. Con esto podemos decir que al trabajar con ruido se propone un paradigma distinto al de la música tradicional, ahora esto puede, o no, ser algo relevante, depende de cada unx. Por otro lado, al igual que en todas partes, dentro de la gente que se dedica al ruido encuentras variadas posturas e ideales, además de diferentes líneas estéticas.
Por lo general a mí me gusta trabajar con gente y en actividades con una linea más independiente y autónoma, me refiero a que no están vinculados a una institución, tengo un grupo de amigxs dentro y fuera del país que se mueven de la misma manera y es muy gratificante encontrarse con personas que están en una sintonía similar, organizando actividades, haciendo ruido y compartiendo.
      

Escáner Cultural nº: 
207

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