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Cicatrices plebeyas. Más de sí de Cristian Condemarzo.
Samuel Ibarra Covarrubias.
Periodista.
Todo texto interesante, instala problemas. En nuevo libro de Cristian C. deja entrever tramas de sentido que hacen estimulante un abordaje crítico. En primer lugar porque trabaja un lenguaje rico y prolífico de gran raigambre en la América Hispana y otro por que su mismo autor es en sí un texto, una estructura polivalente donde se libran las duras batallas de la significación.
Mas de si es un poemario de Decimas. Ellas son la reflexión en voz alta de una vida, el retrato textual de una experiencia significativa. El autor habla de penas y alegrías, heroísmos y miserias, lugares recónditos y lumínicos de la intimidad pero siempre puesta en disposición coaxial con el afuera del yo.
Es una operación transgresiva. A nivel lingüístico, es una forma de irrumpir en el canon y las reglas literarias. A nivel de estructura subjetiva del hablante, es trabajar con lo intimo y lo “menor”, la autobiografía la memoria, la carta, el recado. Formatos siempre asociados a lo popular, siempre al borde de la hilaridad, la chabacanería y lo poco culto. Dicen.
Las Décimas como formato narrativo permiten la construcción de un mundo donde la memora del sujeto es base para una liberación personal. Dialoga con la tradición culta de la cultura nacional y la sabiduría popular y desde el juego de la musicalidad, transgrede las estructuras culto- formal de la modernidad literaria.
Lo propio y lo ajeno, lo colectivo y lo individual, lo escrito y lo oral desdibujan las fronteras de lo uno y lo otro. Activando una recombinación estética donde la ética ejerce un lugar pivotal y pudiendo así determinar un universo dual donde el arriba y el abajo juegan un papel delimitador entre lo bueno y lo malo. El cielo y el infierno generalmente como un horizonte distintivo claro y determinado.
Lo propio es colectivo lo intimo es público y la escritura acciona una musicalidad que va socavando las formas y estructuras fijas e inamovibles. Violeta Párra sin duda es un alto referente ( cercano)para constatar que es posible hacer política con lo íntimo poniendo en escena imaginal un cuerpo fragmentado y performanticamente emplazado por ejemplo, entre la casa y la historia, entre los sentimientos y la ideología.
Las Décimas son un texto literario que utilizando el formato poético y en un estilo propio y particular estructuran una narración que da a conocer a los lectores información organizada y jerarquizada, experiencias vitales íntimas o públicas de un autor/a. Son poemas hechos para ser comunicados en voz alta. Gestionando un juego escénico para ver lo que se dice. El yo ocupa un lugar central como figura clave moderna de la palabra en el espacio público. Vale decir busca aurorrepresentar una individualidad distintiva.
El texto separado en 3 partes. Dividido en regiones nada rigurosas, delimita lo propio y lo colectivo en una amalgama palpitante. Lo mío, lo tuyo y lo nuestro. Sobre estos perímetros Condemarzo reparte su afecto, sus pasiones, su desdén, certezas e incertezas. En auto reflexión constante sin culpas,presa del deseo , la ira y la desdicha, la voz y el cuerpo de Condemarzo pasa de lo singular a lo múltiple.
En ese triple reparto se distribuye el quantum de vida descriptivamente narrada y donde cada poema decima es un fragmento de algo. Un todo cohesionado pero jalonado rítmicamente en cada tramo de las distribuciones.
Lo personal y lo público en estas decimas intentan caminar separadas bajo la selección, pero no se puede. Pues es el autor no se esfuerza en ocultar sus pasiones y deja atrás una economizarían de las emociones. Gasta,lo suyo es el derroche y la entrega gratuita, Gratuita no por vacía sino porque no aspira a que le reporte beneficio alguno.
Se va componiendo asi una configuración personal y del mundo ordenadas en un tiempo diverso, donde se matiza por ejemplo con acontecimientos históricos. Hay citas al pensamiento filosófico occidental cruzados con la inventiva popular para como en un refrán, narrar las desdichas del amor no correspondido o la mala suerte. Algo así como pensar las figuras de la antigüedad clásica, mezclarlas desde un ordenamiento picaresco del renacimiento español y traerlas a una contemporaneidad trizada. Por que aparentemente posmoderno lo contemporáneo sigue siento el escenario de la tragedia clásica. Condemarzo toma figuras del habla campesina y popular y las recombina con preocupaciones atingentes, la memoria política, las complicidades revolucionarias, las metáforas del espectáculo revisteril. Las modelas y disemina a modo de fabricar una ambientación de teatro barroco español. El autor es una suerte de juglar, lector de los designios, prestidigitador y pensador material.
Sin embargo el artificio aparente de ciertos pasajes se tensiona con la condición conmocionarte de una interioridad frágil y expuesta que como decíamos el autor no oculta ni encubre.
Hay una zona indeterminada, sugerente, provocadora. Es la identidad performatica del autor. Un espigado y pálido espécimen, cuerpo escultórico, apolíneo que muta permanentemente entre guiños a lo militar jerárquico o a estados de sacrificialdad . Veo algo en el demoniaco pero revestido de santidad angélica e ironía.
Veo la imagen de condemarzo como un trayecto identitario permanente entre la bondad y perversión, iluminado por un rayo de lucidez que lo posiciona como cuerpo trans ultra pensante, especulativo y ficcional pero enrraizado en un radical pensamiento material,
Una simbiosis barroca neobarroca profundamente iluminada y clara, pero indefectiblemente herida. Me detengo en imágenes donde Condemarzo comparece con una suerte de parche en cruz,, la misma que utilizo la neovanguardia para sintetizar el dolor insaturable de una pérdida de sentido y habla. Esa cruz en la foto, en el ojo o en el esternón da cuenta a mi juicio de una marca simbolizada como cicatriz ,, señalándola e iluminandola . Una cicatriz enorme pero apenas insinuada y señalada como cuasi punto débil. Como forado o punto clave del cuerpo.
Esa cicatriz sintetizada en el parche, es la huella fenoménica de una herida que estuvo y sigue siendo. Sin ser extremadamente evidente aquella cicatriz tiene presencia aunque aparezca esbozada como artificio. Juega a ser invisible pero es un lugar relevante dentro del cuerpo completo que el artista nos propone. Esa herida, cicatriz elabora su propia economia y su propia dialéctica. No remite a un nombre propio, sino más bien a una constelaci6n, varios nombres, muchos nombres , a una …historia .
“ El sonido es un deseo, es el eco del vacío, es lo tuyo con lo mío, es el viento en su apogeo, es el cristo más ateo del profano penitente, es el cuerpo adyacente al impromptu, al miserere donde habitan estos seres en la calma inexistente”
Decimas disidentes es el subtitulo del Poemario. Disidentes de que, preguntara uno al enfrentarse el texto. Disidente pues al ordenamiento del deseo, disidente pues al estado de derecho de la zona homosexual del plano literario. Zona escondida escamoteada particularmente en el formato de la decima tradicional. Pensar la homosexualidad en América latina y en su arte supone indagar una superficie cicatrizada, cargada de imágenes y barroquizadas por alegorías y hablas. Pienso en Porfirio Barba Jacob, Virgilio Piñera o Lezama Lima. En todos ello la masculinidad está en crisis, la incerteza lo puebla todo y la desestabilización de las superficies es incontrastable .
La historia homosexual es la cicatriz de dos historias: insistencia y escamoteo, brillo y negación. Negación no del texto, sino de los lectores. En cierto tiempo no muy lejano cierta mirada lectora obligó a acallar la rebelión del deseo que algunos autores evidenciaban. Se les exigía recato y pudor. Se buscaba omitir la fuerza de la corporalidad deseante para crear una composición textual mas ligada al sicologismo.
Condemarzo disiente “por las sábanas nosotros, sobre tu espalda mi abdomen como hambrientos que se comen sin saber uno del otro”
Al deseo homosexual siempre se le remite a la condición de huella, de mero rastro que apenas puebla la superficie. De esta manera, y fuera de los consabidos binarismos de composición, el esquema critico conmina a una historia de evidencias escritas y borradas, proclamadas a media voz, y crea un sistema en el que lo homosexual se mantiene precisamente en los sótanos o en el closet de la siquie.
El deseo del cuerpo homosexual en la batalla de las letras ha sido convivir con la desaparición, con todo tipo de maniobras para evitarlo y eludirlo.
Otra vez Condemarzo desacata.
“Si la furia es el sonido, que se grite lo más fuerte, contra el muerto y el inerte conformismo “
Siguiendo a Eve Kosofsky Sedgwick "el deseo homoer6tico se estructura por su estado a la vez privado y público, a la vez marginal y central,. Una suerte de secreto abierto “enunciado pero encubierto por el acto discursivo de un silencio “ Es un silencio paradojal, con derecho a aparecer pero no a hablar menos sentir.
En esa clave por ejemplo es poderosa la incorporación que hace el autor a dos figuras importantes de la cultura y la política ciudadana. El che de los gays y Lemebel. Ambos sin duda inspiradores textuales y activisticos de la práctica performatica de Condemarzo.
“Abriste la puerta ancha de las grandes alamedas, linyando por las veredas donde la pobla se ensancha. Fuiste a rayarle la cancha al pituco que hoy te brinda. Tu bella letra colinda con lo eterno. No es tu fin. “
No hay que olvidarlo jamás,Si hay un arte y una escritura que hoy trabaja la dimensión política de la sexualidad Es por que ayer hubo un Lemebel.
Mas de si tiene que ver con la intensificación de una potencia. La configuración solida de una individualidad que significa, nombra, e instituye. Toma materiales transhistóricos y trangenéricos , ques se actualizan constantemente, tieniendo múltiples referentes Reales y ficticios.
En su yo testimonial se desdibujan la norma deslindado la separación fija del adentro y el afuera del ser. Aparece la nostalgia de un mundo que hace inquieto el interior.
Más de sí propone un exacerbamiento de lo únicamente contenplativo hacia una praxis de intervención del entorno. Una corrosión plástica y voluntaria.
“Y de pronto soy el tipo más seguro que flaquea, la corriente y la marea, inconsciente y arquetipo, soy Yocasta y soy Edipo, soy esfinge y corifeo,”
Este es sin duda un modo de problematizar el ser estar en el mundo. el modo de pensar y de actuar , cuestionando incluso las filosofías con que nos hemos movido como vivientes.
Condemarzo golpea la realidad, critica su ilusión basada en el embuste , la adulación y la mentira. aspira a la transformación del sujeto desde si y hacia los otros. Busca una manera de decir su verdad como en la vieja decima hispana pero desacatando la obliteración y el silenciamiento, es decir poniendo su cuerpo de forma evidente. Decir la verdad tiene riesgos él sabe y las asume.
En Mas de Si el actor performer Actor, cuerpo, voz actante ,interlocuta desde el sí mismo, desde su mismidad para ,enunciando su verdad como decía Foucault, evidenciar la dramática general del discurso verdadero, plebeyo, deseante, , loco de amor y revolución. Un abrazo a esta poesía que hace canto la rabia y el amor , la humanidad profunda de un cuerpo que relama su lugar en la historia.