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De las Mutaciones
CAPERUCITA ROJA Y LAS MUERTAS
DE JUÁREZ: EVA SÁNCHEZ EN MÉXICO
Por Araceli Zúñiga
Caperucita Roja. El cuento que (casi) todas las niñas escuchamos alguna vez, con un final (generalmente feliz), aunque ya (desde entonces) desconcertante.
Pero, ¿qué relación tiene este famoso cuento “de hadas” con la violencia de género y el feminicidio en Ciudad Juárez?
¿Qué proyecto representa la otra Caperucita Roja, en este momento de enorme violencia de género, no únicamente en nuestro país, sino en todo el mundo?
Eva Sánchez, videoartista catalana que acaba de visitar México en un amplio espectro de actividades, desde su presencia en el Festival Internacional Cervantino, con una instalación de género, pasando por la impartición de un Taller: “La Instalación como medio de expresión”, en el Museo del Chopo, en Residencias Franco, casa adjunta al Museo, en Doctor Atl número 39, durante el cual se analizaron las diversas opciones en el momento inicial de la creación artística, se eligió un tema y el soporte idóneo para el desarrollo del mismo.
El tema estuvo centrado en el análisis de la representación de la auto imagen y/o del género; para lograr un mayor entendimiento con los participantes, Eva Sánchez presentó, como ejemplo, sus proyectos y trabajos personales: registros fotográficos, material editado en papel, y audiovisuales.
En la fase teórica se presentaron diferentes opciones de trabajo y en la fase práctica, se escogió un objeto simbólico entre todo el alumnado como representativo del tema y desarrollar una obra individual y otra colectiva,
hasta su presencia en la Bienal Internacional de Poesía Visual/Experimental.
Eva Sánchez nos presentó, durante su visita, su Caperucita Roja como, y la cito: “una crítica al control patriarcal ante el que se revela, desacreditando convencionalismos, la perpetuación de las jerarquías y las leyes universales. El tema principal es la violencia de género y, más específicamente, el Feminicidio” (específicamente el de Ciudad Juárez, Chihuahua)
Continúo citando su ensayo: El video sintetiza el estudio teórico que Eva Sánchez ha llevado a cabo sobre el feminicidio, estudiando las diferentes interpretaciones de distintos profesionales sobre el fenómeno.
A esta obra se le puede asociar la doble interpretación asignada a la categoría de Feminicidio. La primera, característica de las posturas feministas, culpabiliza al patriarcado y la cultura misógina de los crímenes catalogados genéricamente “de género”. Y otra muy diferente, la postura de Rita Salgado, -que sustentan prestigiosos periodistas que llevan investigando el tema desde hace más de una década como Diana Washington y Sergio González-, que disocia entre estos primeros y una tipología distinta, que ella llama Crímenes de Segundo Estado o de Corporación, menores en número pero muy específicos en su modus operandi y finalidad, donde los asesinatos forman parte de un argot clandestino y sacrificial.
Para la realización de este video se toman dos referentes culturales, uno plástico y otro literario. El primero, un ready-made de Duchamp. El segundo, la novela ficcionada de Roberto Bolaño, 2666, que tiene como eje central el feminicidio que asola Ciudad Juárez.
El ready-made de Marcel Duchamp se lleva a cabo en 1919 con motivo de la boda de la hermana del artista en París. Duchamp regala a Suzanne una obra como presente del enlace. El artista, que por ese entonces estaba en Buenos Aires, le envía unas instrucciones a París: colgar un Tratado de Geometría en la ventana de su apartamento. Según Duchamp, el objetivo era desacreditar un libro cargado de principios universales exponiéndolo a las inclemencias del tiempo, demostrando, de este modo, que es el transcurso del tiempo, de los pequeños acontecimientos, la experiencia del día a día, lo que realmente da sentido a la vida. En definitiva, es la suma de microhistorias lo que construye una sociedad. “Que el viento vuelva las páginas, y elija los problemas que el tiempo se encargaría de resolver”.
Sigo de la mano de Eva Sánchez: “Roberto Bolaño recupera esta acción en su libro y expone una situación similar en voz de uno de sus personajes. Amalfitano, un profesor de universidad chileno exiliado que reside en México, cuelga un tratado en el tendedero de su casa y observa como sufre mutaciones debido a las erosiones producidas por los cambios climáticos y como éste se resiste a dicho cambio.
“En Caperucita Roja, observaremos como la protagonista realiza una acción similar colgando unas bragas rojas en el tendedero, con la esperanza que el tiempo resuelva y acabe por extinguir la violencia de género hacia las mujeres.
En esta primera aproximación al significado del video hallamos la primera postura sobre el feminicidio como asesinatos sexistas y misóginos, otorgando a este fenómeno una alcance universal.
La conexión que se establece entre las tres acciones es la realización de una intervención similar que desacredita los convencionalismos, la perpetuación de las jerarquías y las leyes universales.
La segunda vía interpretativa sobre el Feminicidio hace referencia a una tipología de crímenes específicos, relacionados con un proceso de iniciación de cofradías mafiosas o con un ritual en el que se sacrifican cuerpos de mujeres para representar el alcance del poder sobre un territorio determinado. Teoría sustentada por la antropóloga Rita Laura Segato, enfatiza Eva Sánchez en su investigación.
Continúa: “La escena de Caperucita Roja se sitúa en un paraje boscoso donde la artista realiza una acción ritual. Aparecen elementos que nos señalan sutilmente acciones del modus operandi de estas agresiones. El más obvio, la agresión a uno de sus pechos, como símbolo de mutilación.
Otro ejemplo que nos acerca a esta tipología es más sutil, más plástico y metafórico. En un momento dado, la acción de realizar círculos concéntricos sobre la barriga de la artista se vuelve frenética y toda la imagen se tiñe gradualmente de rojo. Es curioso señalar que en uno de los textos donde Rita Laura aborda el tema de Cd Juárez – ¿Qué es un Feminicidio? Notas para un debate emergente”, Fronteras, Violencia y Justicia, 2008-, la antropóloga describe: “ es como si nos encontrásemos frente a círculos concéntricos formados por una variedad de agresiones al cuerpo femenino, que ocultaran en su interior un tipo de crímenes específico, no necesariamente el más numeroso, pero sí el más enigmático por sus características precisas, casi burocráticas” (p. 44).
El título del video a su vez, no nos deja indiferentes, enfatiza Eva Sánchez, hace referencia a la primera versión del escritor francés, Charles Perraut, cuyo desenlace dista del que ha llegado hasta nuestros días. No aparece el leñador que salva a la abuela y a la Caperucita, sino que ambas son devoradas por el lobo, después de que la Caperucita y éste mantuviesen relaciones. Es un castigo ejemplar, sacrificial, para aquellas mujeres que se atreven a sobrepasar los límites permitidos, asignados por una sociedad patriarcal. En esta ocasión, el acto ritual y la desigualdad estructural por motivo de género se unen”.
Reflexiones paralelas de la artista: “Yo creo que el arte debe servir para abrir los ojos al mundo. Es una herramienta de conocimiento y reivindicación. No puedo concebir el arte sin un componente de crítica social.
Información, Meditación, Reacción, Rechazo, Expresión, Actuación, Provocación, Transmisión, Reflexión son los eslabones de la cadena que conforman mi particular modus operandi para la realización de una obra de arte”
Formada como historiadora y crítica, Eva Sánchez se introduce en el mundo del arte desde el ámbito de la teoría. Observa, estudia, reflexiona y escribe sobre la creación de otras artistas.
Casada con el escultor SerraPujol, aprende y experimenta en el taller de su compañero con técnicas diversas. Pero no es hasta el año 2004 que decide crear lo que será su primera instalación: Estás como el tomate, buena para el chile.
A partir de 2007 realiza con SerraPujol piezas conjuntas. Su producción artística camina en parelelo hacia dos vías de realización: la individual y la compartida, como pareja artística del escultor, creando piezas donde el sonido, la fotografía o el video se integran como un elemento más en la obra escultórica.
“Hacer el salto de la teoría a la práctica no fue algo premeditado, salió de forma natural. La creación es una necesidad. Sentía que debía comunicar una situación que, para mí, era importante y lo quería compartir con todo el mundo.
Hacer una obra de arte, es como escribir, hacer una conferencia o comissariar una exposición. Tienes un mensaje que quieres difundir y escojes la vía que crees más acertada o con la que te sientes más cómoda en aquel momento. Cada disciplina tiene su componente positivo. Los momentos de aislamiento voluntario de la escritura; el contacto con un público que espera descubrir o compartir afinidades; la relación con los artistas y concebir un espacio específico en la tarea de comisariado. Pero, quizás, lo que diferencia la realización de una obra de arte del resto, según mi parecer, es su componente catártico”.
Eva Sánchez hace más de una década que estudia y trabaja sobre el tema de la violencia de género y la precariedad laboral femenina. Feminista declarada, dedica sus esfuerzos a denunciar determinadas prácticas de discriminación versus la mujer en diferentes partes del mundo. Su primera pieza, Estás como el tomate, buena para el chile, es una crítica sobre el Feminicidio que asola Latinoamérica desde 1993, y Exit (2007) es una crítica a la situación de las mujeres aborígenes australianas.
El videoarte Caperucita Roja (2007) se proyectó en un loop (2008) en la muestra que lleva por título: “Insurrectas y estridentes en México. A 100 años de Simone de Beauvoir”, muestra convocada y curada por Gloria Maldonado Ansó, y que rinde homenaje al espíritu contestatario de Simone de Beauvoir. Esta exposición fue parte integral del “36 Festival Internacional Cervantino”, que es el acontecimiento artístico y cultural más importante de México y Latinoamérica. La curaduría de una de las muestras de videoarte, con el texto de sala, le correspondieron a Araceli Zúñiga.
El último video, que lleva por título No soy bonita ni lo quiero ser... (2009), sigue en la línea de su predecesor, precisa Eva Sánchez, en cuanto que critica la transmisión de mensajes discriminatorios por cuestión de género en la cultura popular. Si en Caperucita Roja se hacía referencia a la manipulación de los niños a través de la literatura (los cuentos infantiles), en No soy bonita ni lo quiero ser... se analiza la letra de las canciones de juegos infantiles. Hasta aquí el texto /anàlisis de la artista catalana.
Soy Caperucita Roja
Una niña muy feliz
Voy a ver a mi abuelita
Pues temó que se enfermó
Le llevo un pastel
Rico pan y miel
Y unos pastelillos que le hice yo...
¿De verdad? ¿Caperucita Roja es, a inicios del siglo XXI, una niña muy feliz?
Eva Sánchez reflexiona con su trabajo sobre esta pregunta. Y la deja abierta. Nos corresponde a nosotras contestarla.
Si deseas ponerte en contacto con Eva Sánchez:
mail: evasanchez@donart.cat
http://www.donart.cat/index.php?/docscastellano/informacion-instalaciones/
Araceli Zúñiga Vázquez es escritora, poeta experimental y promotora cultural. Investigadora/guionista de radio y televisión educativa (TV-UNAM, Radio UNAM, Radio Educación). Ensayista sobre ciberculturas y vanguardias artísticas. Asesora de proyectos transdisciplinarios sobre arte y multimedia. Miembro del consejo editorial de la revista virtual Clon, de la UAM Xochimilco. Miembro del Consejo del Instituto de Semiótica y Cultura de Masas, centro de investigación y análisis crítico, A.C., Member of IASS/International Association for Semiotics Studies. Curadora y promotora de videoarte, video independiente y video experimental. Coordinadora, con César Espinosa, de las diez Bienales Internacionales de Poesía Experimental, A.C.
Si deseas ponerte en contacto con Araceli Zúñiga:
mail: estridenta@gmail.com