revista virtual de arte contemporáneo y nuevas tendencias
año 8
Número 86 - Agosto 2006

 


ENTREVISTA A JOE VASCONCELLOS


El mes pasado en la ciudad de Montreal, Canadá, Joe Vasconcellos presentó dos conciertos que forman parte de su gira internacional 2006, por Estados Unidos y Canadá. El primer espectáculo fue presenciado por alrededor de 300 personas y tuvo lugar en la sala SHOWCASE el día 19 de julio. El segundo concierto se realizo como parte de las presentaciones gratuitas al aire libre del FESTIVAL INTERNATIONAL NUITS D’AFRIQUE (www.festivalnuitsdafrique.com) al cual asistieron alrededor de 2000 personas.

Esta entrevista fue realizada en el Viejo Puerto de Montreal, unas horas antes de su segunda actuación.

Una estrofa de la siguiente canción fue citada por Joe durante la entrevista:

VENGO A OFRECER MI CORAZON
(Letra y música: Fito Paez 1996)

Quién dijo que todo está perdido
Yo vengo a ofrecer mi corazón
Tanta sangre que se llevó el río
Yo vengo a ofrecer mi corazón

No será tan fácil ya sé qué pasa
No será tan simple como pensaba
Como abrir el pecho, y sacar el alma
Una cuchillada de amor

Luna de los pobres siempre abierta
Yo vengo a ofrecer mi corazón
Como un documento inalterable
Yo vengo a ofrecer mi corazón

Y uniré las puntas de un mismo lazo
Y me iré tranquilo, me iré despacio
Y te daré todo, y me darás algo
Algo que me alivie un poco más

Cuando no haya nadie cerca o lejos
Yo vengo a ofrecer mi corazón
Cuando los satélites no alcancen
Yo vengo a ofrecer mi corazón

Y hablo de países y de esperanzas
Y hablo por la vida, hablo por la nada
Y hablo de cambiar esta nuestra casa
De cambiarla por cambiar nomás

Quién dijo que todo está perdido
Yo vengo a ofrecer mi corazón
Yo vengo a ofrecer mi corazón

CRS: ¿Piensas tú que la música música es o podría ser una plataforma para proponer o gestar cambios sociales?

JV: O sea, creo que la música sigue siendo el escenario. El escenario es un lugar muy preciado por mucha gente, y está siendo ocupado por algunos sólo para satisfacer su propio ego. Pero yo vengo de una generación donde la respuesta positiva a tu pregunta era la base de todo el trabajo.

Uno hacía MUSICA. Yo creía que hacía música como una forma de lucha. Una forma de resistencia e integración cultural, la música acompaña a generaciones y es una forma de comunicación social.

No se hace música solamente por su belleza o por tu ego o para satisfacer a la farándula. A veces alguna señora se acerca y me dice que uno de los puntos de encuentro entre su hijo y ella son mis canciones, u otros me dicen que el niño pudo aprender la palabra mapuche porque la escucho en la canción y le preguntó a su padre que significaba mapuche. Probablemente al padre le es más fácil hablar de dónde vienen los niños, porque le es más dificil explicarle qué significa ser mapuche, y por lo tanto esto le sirve a ambos. Si la música puede lograr eso, creo que es un gran medio para contribuir a generar cambios, yo siempre he concebido la música así.

Tú lo puedes ver en una ceremonia de Candombe, cuando llegan los músicos con su instrumentos, ellos pueden hacer llorar, hacer reír, hacer que una persona se incorpore. Pueden hacer que una persona delire de felicidad o hacer que una persona tenga un orgasmo, solamente tocando; es música, es ritmo, es algo sublime.

CRS: Claro la música es algo universal.

JV: Sí, universal. Porque a diferencia del lenguaje, uno pude tener problemas; pero si uno agarra y comienza a tocar un charango y estás en un lugar remoto como Pakistán, probablemente va salir un compadre con un tambor o un instrumento de los que tocan por allá, y van a ver que se pueden entender y a la media hora estarás tomando algo y abrazándote con los tipos.

CRS: Con respecto a lo que estuvimos conversando camino hacia el puerto. Tu me decías que era muy difícil que la gente pobre se preocupe de la música, porque sus prioridades son otras, son las goteras; y que a los jóvenes de nuestra generación los hemos dejado un poco desamparados. Por favor puedes explicar un poco esto.

JV: A ver, la realidad, es que el tema de las goteras tiene que ver con nuestra realidad como artista, yo he luchado mucho tiempo por esto. Yo no me fui a Chile para que me fuera bien y luego irme a Estados Unidos; no, yo me fui a Chile para eso. Creo que ahora soy reconocido y lo agradezco mucho, y tengo un cariño popular muy grande de parte de la gente. Me hablan, me cuenta sus rollos. Claro, porque cuando te dicen que la gente no compra discos, es que toda la gente no tiene para comprar discos y la gente no tiene cinco mil pesos para ir a un concierto. La realidad de Chile es súper dura. Lo que alomejor te podría llevar a la conclusión que, si nosotros en Chile tuviéramos más barrios como La Dehesa y las Condes, entonces estaríamos hablando de algo parecido a lo que ocurre acá en Montreal. Pero cuando tú ves que el acceso a la música es solo para un pequeño sector de Santiago, y que ese pequeño sector se come todo, claro que después hay un resto que no tiene nada, pero nada.

NAAADAAA.

¿Por qué? porque con lo poquito que tenía, de repente llegó una media empresa y armó el medio negocio como quisieron, y lo borró del mapa. Entonces cuando tú te encuentras frente a esa realidad tan dura, que es la realidad de muchos países, te das cuenta de que esta es la problemática de esta sociedad que nos hemos inventado. Entonces creo que en Chile nos queda mucho por hacer, creo que nuestra realidad está viviendo momentos delicados. Por ejemplo, estoy muy contento por que se eligió a Bachelet como presidente de Chile pero, por otro lado, creo que a ella le van a pasar mucha de las cuentas de los errores pasados; como lo que pasó con los estudiantes.

CRS: Sí, claro. Lo que pasa es que en Chile todavía falta abrir espacios para que la gente pueda discutir, analizar y proponer, y más aún que la sociedad civil sea considerada como un interlocutor valido dentro de la sociedad.

JV: Esos espacios se tienen que GANAR, porque tú ves que estos cabros son la generación del futuro de Chile. Estos cabros son de la Concertación, tienen 16 años y nunca vivieron el miedo que vivimos nosotros. Esas cosas que las madres nos decían que por amor de dios no digas esas cosas mijito, cachay.

CRS: Como también, no salgan a la calle o no vayan a las concentraciones.

JV: Estos cabros están dispuestos a ganarse y obtener sus derechos, y eso demuestra lo inteligente que son. Tú conversas con ellos y te dicen que ellos están más adelantados de lo que les entrega la educación en sus propios colegios, entonces imagínate la desesperación. Ese es el tema porque la educación es la base de todo. De todo, todo, todo.

CRS: Mencionaste anteriormente “el sistema que nos inventaron”. Con respecto a esta sociedad, en la cual todos estamos trabajando para poder comprar para poder comer, para poder trabajar, y luego eternamente continúa el ciclo que no permite ver hacia donde va o por donde debería ir el camino. Los muchachos hoy día están tocando música como anteriormente dijiste, sin pretensiones de ser protagonistas sobre el escenario y para pasarla bien nomás, y al parecer no hay mucho contenido. En tu opinión ¿hacia dónde van encaminadas las creaciones musicales en Chile? ¿Qué pasa con el hecho de que al parecer no hay contenido; hay o no hay contenido?

JV: Yo creo que el contenido no está faltando. Creo que hay lugares donde está todo tan seccionado, o sea, esta sociedad digital lo tiene todo ordenado en secciones, lo tiene todo en sus pequeños cajoncitos. Yo creo que hay mucho contenido, por ejemplo, tienes la música hip-hop que es un mundo, dentro del cual hay ramificaciones que llegan a otras cosas mas cool, más light, más pop. Toda la música se genera y va buscando sus propios contenidos, yo creo que nosotros de alguna manera tenemos que ayudar a abrir más de estos espacios. Tienen que haber espacios para que los cabros se expresen, el nivel de expresión actualmente es limitado muy limitado, limitadísimo.

Por ejemplo, yo observo que hay un gran sector de los jóvenes de Santiago que escuchan a un músico X extranjero, y que ese músico es totalmente desconocido en Chile y que ni siquiera lo tocan en la radio, pero igual hay una gran tribu que lo sigue, el músico X jamás ha venido a Chile, pero igual hay una gran tribu que lo sigue. O sea las tribus actualmente saben cómo buscar. Ellos, si quieren ir a una protesta, van a ir. Y por Internet pueden buscar todo lo que ellos quieran. Creo que las tribus nuevas también se están moviendo, lo que hay que hacer es generar espacios donde estas tribus se puedan expresar, porque el aburrimiento es muy grande, si no, no estaríamos hablando de los Skin-Heads y los Neo-Nazis ocupando paginas en los diarios. O SEA PERDONENME, pero resulta un poco difícil la cosa, porque es muy surrealista, es muy Señor de los Anillos, ¿cachai?.

Está bien, pégate la vola y todo eso. Pero decir que tú eres raza superior y que “Muerte a los Peruanos”. Ubícate pues. PUTA!!! Hemos estado trabajando toda esta historia para tratar de integrarnos y ahora que salgan con eso. No llevamos ni un cuarto del camino y ya salen con eso, qué les pasa, no huevi.

 

 

CRS: ¡Cultívate pues HUEVÓN!

JV: Estas cosas de andarse matando, violencia, barridas; eso es muy FOME. Que tengamos que ver ese tipo de noticias es muy FOME. Por eso me gustan los estudiantes, bueno hay unos cabros que son víctimas de los medios y adultos también, y hay de todo, pero también están los cabros que son inteligentes. No hay que olvidarse que cuando uno fue cabro también era rebelde; y si uno tenía que ir a buscar sus cosas las iba a ir a buscar. O sea, cuando yo era joven también teníamos una tribu Gore, pero nunca pensamos en matar a nadie. Nos cagamos de la risa viendo películas Gore y listo.

CRS: De alguna manera, para nosotros que estamos trabajando en el campo de las comunicaciones, tal vez podemos leer un poco más entre líneas, con respecto a las informaciones que nos están inventado o alimentando. Pero para aquellas personas que no tienen ni el tiempo para comprar o escuchar música, debe ser difícil. ¿Cómo lo ves tú?

JV: Es DIFICIL, sí, difícil. Es nuestra labor de actuar como traductores de todo esto, yo nunca he dejado de ser el loco de la corte, y toda las cortes tienen sus locos y que además los escuchan; creo que los locos tienen que ser neutrales por que ellos tienen que decir “Mira, andamos cagándola por aquí o por allá”, pero finalmente ellos escuchan. Nosotros tenemos que aprender a soportar la autocrítica, que alguien te diga que la estás cagando. Hay que abrir esos espacios porque todavía nosotros no sabemos utilizar o practicar con ese ejercicio social.

CRS: Tu música habla mucho de lo social. Es como si tu música buscara constantemente descubrir algo perdido de nuestras raíces, algo para retomar. Quizás de las cosas que se han olvidado o nos han hecho olvidar, por ejemplo la imposición de la conquista española. ¿Y el tema de lo espiritual, dónde ha quedado y qué significa para ti?

JV: O sea, es que hoy esta sociedad es solamente “Cuánto Vale Usted”. A ver, lo espiritual ¿Cuánto vale esa cosa espiritual que dice usted?.¿No es así la cosa? NO, no es así.

Entonces sigo pensando en la frase de la canción de Fito “Cuando los satélites no alcancen yo vengo a ofrecer mi corazón”. Esa es una frase que la visualizo todo los días. Que es hippie, idealista, todo lo que quieras. Pero yo creo que los polos de energía positiva son tan vitales y tan, tan, tan, tan necesarios en este momento en nuestro planeta, que la espiritualidad es absolutamente necesaria; por lo menos yo lo veo así.

Me encanta una ciudad como Montreal que en este momento, a nivel vibratorio, la percibo que está tirando muy buena vibra. No está tirando mala vibra. Su gente está feliz y en paz.

CRS: Claro que es fácil así. Si cuentas con los recursos.

JV: Claro. Pero uno de los grandes aportes para entregarles a la gente no necesariamente tiene que ver con el dinero. Simplemente con que se entienda que el esparcimiento es tan importante como el trabajo, y que el trabajo es tan vital como el descanso, basta. No sacamos nada con irnos al trabajo a las 7 de la mañana y volver a las 10 de la noche, y sólo haber producido media hora de trabajo en el día.

CRS: Una actitud más inteligente, mirando un poquito mas allá. Un poco más a largo plazo. Es como tener una actitud un poco más inteligente, ¿o no?

JV: Un poco más a largo plazo. Sí, es aquí donde siempre chocamos en Chile. Bueno, vamos a ver qué va a pasar en estos años.

CRS: Si puedes imaginar un aporte de este tipo que no sea necesariamente algo relacionado con el dinero, en alguna área dentro del sistema educacional chileno y entendiendo todo lo que ha pasado con los estudiantes secundarios y la comisión que se creó. ¿Tiene el gobierno la capacidad o la visión a largo plazo para tratar de resolver los problemas educacionales?, y los integrantes de esta Comisión, ¿Crees tú que entienden de lo que estamos hablando? ¿Cómo ves tú que esto se podría integrar a esta discusión? ¿Qué consejo puedes darle a los estudiantes?

JV: Eso depende un poco en cómo lo manejen los muchachos. La verdad es que es tan delicado el tema. Primero es que, a través de Internet, ellos pueden comunicarse y uno estar a disposición si ellos necesitan algo. Pero uno de ir a meterse, es complejo, porque actualmente la cosa está tan bien armada que cuando sale alguien hablando algo inteligente al tiro lo borran del mapa. Lo farandulizan al tiro, por lo tanto sigo creyendo que una de las formas de la comunicación con la gente son los escenarios que podamos generar nosotros mismos, y así podríamos atraer al público. Sólo que hasta eso está complejo en estos momentos. No se facilita nada para abrir este tipo de espacios y las instancias que hay están mal administradas o simplemente abandonadas. Esto me da un poco de susto. Por otro lado, se trata de hacer cosas, esto es lo que yo aplaudo. Todos los espacios que se abran para aportar, para poder hacer más música en Chile; voy a aplaudir esto como foca, pero uno de los grandes errores es que pasamos a llevar a las provincias. La provincia no se puede pasar a llevar; las bandas más significativas de Chile vienen de provincia.

CRS: Para resumir entonces ¿Vivan las tribus?

Creo que este mundo globalizado valora las tribus, y las tribus tienen que unirse. Y los chilenos que están afuera tienen que unirse y dejar atrás ciertos rasgos que no son más validos o representativos, como los muchachos de Las Condes que no se pueden juntar con los de San Miguel. Pero resulta que los muchachos de San Miguel se sacaron la cresta y pudieron llegar a tener una gran plataforma.

El problema es que los chilenos son bastante racistas. Si queremos unirnos tenemos que eliminar el racismo y el clasismo, y para eso (en entonación musical y con tono irónico) “Pasarán mas de mil años”.

 

 

 



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