LUZ LÓPEZ
Y LA BÚSQUEDA DE RESPUESTAS EN EL SER HUMANO |
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La sinuosidad del tratamiento tonal se hace patente y evoca una clara sensación de sosiego que lleva al contemplador a centrar sus sentidos en la obra y , tal vez, acariciar el espacio en el que se desenvuelven esquemáticas figuraciones que completan la temática deseada.
Sentido y sensibilidad, grandes espacios acompasados cual espectro gráfico por donde pululan imaginativas señales que proyectan toda su fuerza en el cosmos creado, como si de un mapa conceptual se tratara, como si los pensamientos elaborados en la mente de la autora pasaran y se reflejasen en el universo material, dando forma conjunta y sostenida a la obra, reforzándola, marcando con vigorosa fuerza lo pretendido.
La búsqueda interna llevada al campo plástico, la plasmación pura y dura del sentimiento dentro del plano de la expresión pictórica, el éxtasis místico, el ansia por la indagación matérica, por la constatación de lo alegórico lleva a Luz López a una exorbitante muestra de caracteres y sensaciones, a una constatación de la más pura investigación del sueño, de lo pasado como objeto de culto y aprendizaje, como proyección irracional del ser , un ser supremo, reflexivo, incluso irreal, que evidencia sus miedos e invita al destino a sumarse al folklore más elemental, el de la razón , el de la mera constatación de la imposibilidad del ser humano por variar su propio destino.
Toda metamorfosis o transformación del espacio se nos muestra como fundamental , como necesaria en la comprensión del caos al que el hombre ha dirigido a la sociedad . Profunda introspección y examen del momento actual.
Con una clara exaltación de lo ancestral , más aún, de lo tradicional que engulle y asimila la cultura, la creadora Granadina nos sorprende por la seriedad y contundencia de su trabajo.