Por: Francisco Arroyo
Artista Plástico / Crítico Independiente
No cabe duda de que la grandeza del arte nos viene dada porque , desde el principio de los tiempos, el ser humano se ha expresado mediante este sistema. No sólo eso, sino que también muchos de los estudios que se realizan sobre antiguas civilizaciones vienen principalmente desarrollados sobre su arte.
Éste ha sido claro referente de la forma de vida en las distintas civilizaciones, divulgador de su economía, sociedad y cultura, punto de partida para conocer a todo un pueblo.
En este sentido, no hay por más que destacar la obra de la autora española Isabel Carrión, Licenciada en Filología Árabe, estudiosa e investigadora de la cultura y vida en el Medievo.
Como artista nos ofrece una amplia gama de códices y manuscritos. Manuscritos persas, medievales y árabes. Todos ellos tratados como referente y en su justo plano, detallistas , de fino trazo pero seguro.
La expresividad y transmisión de información se hace patente en todos y cada uno de ellos. El juego figurativo que asimila el fondo de la obra es fiel reflejo del de antaño, cuyos caracteres originales dan mayor realce y valor a su producción y sin duda, se nos muestra como un destacado referente en el conocimiento de dichos tiempos.
Preponderancia de ciertos elementos figurativos, los cuales conforman la base de cada trabajo y son el nexo de unión entre la obra y la historia o mensaje que se pretende transmitir.
Completa su obra con otras series de trabajos en acuarela, óleo y plumilla, dando cierto giro a la temática referida anteriormente aunque, con posicionamientos cercanos, como podemos ver sobre todo en la plumilla.
Siempre con una búsqueda e interés por la exaltación del detalle y la configuración ornamental, el crear belleza por el mero gusto armónico de la contemplación.