(H)ojeando - Escáner Cultural, Revista Virtual.


Prólogo a un concierto de poesía
Narrativa
Dos revistas

Prólogo a un concierto de poesía

En la estupenda Sinfonía de amor a dos voces , como se llama el libro que han escrito a cuatro manos, en un contrapunto de dos a dos, los poetas Alfredo Ocampo Zamorano y Guiomar Cuesta Escobar, se siente que el mundo crece cuando ellos se aman. Para ello, mientras el sol nace y cae cada día, se cruzan poemas como cartas que se suceden en un tiempo de reflexión y de coraje.

No se trata de los deliquios amorosos del romanticismo, sino de la construcción de un mundo que se piensa y se siente a partir de las rutas y mapas que comparten los poetas. La sinfonía se compone (y los lectores así deben interpretarla, cada quien con oídos afinados y atentos a los matices y variaciones que despiertan sus versos) en cuatro tiempos: "Sinfonía en tiempo de blues y jaz", "Preludio y fuga por los atardeceres de Bogotá", "Sonata en cuatro movimientos. (Riosucio, Salamina, Roldadillo, Nueva Cork)" y "Coral sobre el mar de Lima".

Podría decirse que en todo ese transcurrir no se da paso a la pausa. Uno a uno, muy lejos de la coplería y muy cerca de una fuga contrapuntística (Bach), van ellos dando razones para entender mejor el corazón del amor -y el amor no reposa en el musculoso corazón-, la razón de su existir. "Antes que tú llegaras/ no entendía/ las regiones que habitas/ en mi alma", dice él. Y Guiomar le responde: "Alfredo/ esta realidad en rojos/ no la habría podido/ imaginar/ hace cinco eneros". Poema a poema va pasando la vida sin desfallecer porque los poetas, a pesar de los delirios y de las insensateces que les causan dolores, se afianzan y se apoyan entre sí, y en su diálogo (no importan algunos poemas monologados, que causan respuestas y reinauguran el coloquio que enriquece la poesía) van descubriendo (a ellos y a nosotros) las inmensas posibilidades que surgen del encuentro de dos ausentes. En el viaje se superponen los nombres, los autores de viejas compañías, los paisajes de antes y después del amor, los paisajes de la naturaleza y el de sus palabras tejidas a medida que la sinfonía crece y se disuelve en Lima.

Alfredo y Guiomar componen y tocan una música clásica y contemporánea, trazan y andan el camino de dos poetas tan reflexivos como sensuales, y no se esconden a los efectos ni a los afectos del amor, se aventuran por paisajes desandados y, por fortuna, recuperados. Y no es, propiamente, la oda a la alegría, sino al vértigo del amor que otra vez responde.

Otra de Luz Peña Tovar

Esta obra, "Yajicuení. Hijos del Tigre de Espesura", primera finalista del Premio Nacional de Dramaturgia, Ministerio de Cultura de Colombia, 2003, es el tercer galardón que, en menos de cinco años, ha ganado desde Madrid, España, donde reside, la colombiana Luz Peña Tovar. Antes había ganado un iberoamericano de dramaturgia en España y uno de novela en Casa de las Américas. Yajicuení es una tribu ficticia en las selvas amazónicas del bajo Caquetá, donde se cruzan las vidas de ellos, los indígenas, y los sacerdotes misioneros y los españoles colonizadores. Parte de un epígrafe de Héctor Llanos que dice: "En el mes de noviembre de 1790 los indígenas de las misiones del Caquetá se habían rebelado". El texto aparece publicado junto a la obra ganadora del concurso, "X", ópera prima del director de teatro, Marcel Reina Córdoba.

Dos revistas

Llega al número 45 la revista Número , editada en Bogotá, con poemas del cineasta víctor Gaviria, cuentos de Sergio Cabrera, Alberto Rodríguez y Carlos Mayolo, crónica del actor Humberto Dorado, un ensayo de William Ospina sobre los indígenas colombianos Uwa y el poeta Hölderlin, separata especial sobre China, el gigante que despierta, y un pronunciamiento contra las amenazas paramilitares a los periodistas colombianos. (numero@elsitio.net.co)

Periferia , No. 4, Neiva, es la revista de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Surcolombiana, viene dedicada a la comunicación, la política y la tecnocultura, entrevista especial con el poeta desaparecido recientemente, José Manuel Arango, por William Fernando Torres e Hilda Soledad Pachón, y ensayo de Alexander Pereira sobre el sociólogo colombiano, Orlando Fals Borda.