Santiago de Chile, por Raúl Hernández
La despedida del veranito de San Juan en las calles mojadas de Jorge Teillier en las noches mojadas del invierno de San Juan / mascullando las despedidas de frente a una isla desierta / frente al parque de las amistades y las cosas vistas en Cerro Navia / en las canchas embarradas / en las bicicletas averiadas / en las hojas tapando las alcantarillas / atravesando en el carrito la avenida río / y nadie en la montaña desaparece nuevamente/ las tardes se hacen merkén en el año nuevo mapuche que escucho decir por ahí de tipos que resuenan la aventura de esclarecer los sueños desérticos / y las lentejas de medianoche / y las historias de terror de suspenso de mentiras de burlas de recuerdos de olvidos de viejas añoranzas / de viejas personas / las historias de la oportunidad del equipo de fútbol por salir campeón pero que no se corona por la mala suerte / sobre todo demostrado en el último tiempo en las actuaciones frente a los equipos de la copa libertadores / en las casas en los televisores se ve esto y el veranito de San Juan pero no se sabe que la inundación es evidente luego de esta felicidad / se muestran las bocinas de las camionetas en la calle como una luciérnaga sorpresiva entremedio de la niebla / y las cañas de vinos salen arrancando de nosotros los que perseguimos la luz del cigarrillo insignificante / Carlos Gardel canta por un cabeza y por una cabeza escucho ese tango de Gardel / que me dice que debo ser vegetariano / pero sabes que nada vendrá a decirte que esta canción cambiará el tinte de las cosas ni que llegará a terminar este veranito / este efímero verano que no ayuda para nada a escribir y es por eso que molesta / pero nos hace recordar eso de que tú no sabrías escribir mi nombre en los vidrios cubiertos de escarcha y yo sólo puedo contar mis recuerdos como un mendigo sus monedas en el frió del invierno / y recuerdo ese gato que comía chocolates / la pata coja de la mesa el vaso roto el florero roto los pantalones afligidos de esta lluvia que no tranza nuestra vivencias húmedas de trasnoche / no vendrá a golpearnos la cabeza con ternura / se me ocurre invocar a San Juan que de pronto no conozco y no sé nada de él ni del día este / de un pseudo verano que se oculta a medias tras las nubes de la mezquindad / y las tradiciones se pierden lo discuten en la plaza / eso conversan de que las tradiciones no se encuentran / no se hayan disfrutando por la abuela por el nieto por el viejo que sale a botar la basura temprano y piensa que ello es lo más importante que nadie puede hacer / que nadie capta lo que él está haciendo pero esto ya no es una memoria colectiva esto es San Juan / el día la noche de San Juan y todo este barro que nace después de este veranito refleja la noción de calamidad de las cosas cotidianas / refleja la compleja manera del traslado / pero ahora se corre peligro / un vendaval de lluvia se acerca / recorrerá la ciudad / inundará las calles de las poblaciones / los patios de los colegios inundará / y saldrán los pájaros forzados a buscar alimentos / y la lluvia barrerá con esto del silencio / con esto del veranito / y Gardel y Teillier fumarán un cigarro / en la orilla del río Bío-Bío.