Por Víctor Hugo Ortega
No se en qué lugar va a leer esta carta. Algunos dicen que está en el cielo, otros aseguran que de seguro en el infierno, es más, me han dicho incluso que en algún lugar oscuro, usted y Don Elia Kazan están preparando alguna edición nueva de "Nido de Ratas".
Le cuento que acá en la tierra y en especial en mi país, Chile (si, el mismo del que le hablaba su colega Anthony Quinn), todo sigue como siempre. Le han realizado muchos homenajes y sus películas están siendo presenciadas por mucha gente que lo sigue desde hace tiempo. A todo esto, déjeme decirle que la otra vez fui a ver "La Jauría Humana" (1966), a un centro cultural bastante conocido de Santiago, y aparte de sentirme incómodo por ser el único joven presenciándolo, también me provocó un poco de desazón, la forma en que usted era tratado al final de la cinta. Nuevamente lo vi maltratado.
Con respecto a lo de las habladurías, algunos andan diciendo por ahí que usted y Don Jack (Nicholson) tuvieron "algo" mientras rodaban "Missouri" (1976). En el caso de que esto fuera verídico, mi admiración por usted no cambiaría, ya sabe que yo respeto a todo tipo de gente. Lo que si sucedería, es que tendría que sacarlo del fondo de pantalla de mi computador, como una manera simbólica de mostrar mi molestia, al menos hasta que se me pase el primer impacto. En todo caso Marlon, esos rumores sólo usted los puede desmentir.
Por otra parte, yo como un leal y auténtico fanático, me he encargado de que muchas personas vean la película en la que lo dirigió Johnny (Depp). Como le había comentado la otra vez, "El Bravo" (1997) no tuvo una distribución muy masiva en mi país, acá no se caracterizan por arriesgarse con proyectos independientes. Aprovechando que estamos hablando de Johnny, le informo que el muchacho se encuentra rodando la segunda parte de "Piratas del Caribe" y que "Don Juan de Marco" (1995), ha aumentado mucho su venta en formato DVD. Al parecer ahora que usted se ha ido, la gente le está tomando respeto a esta película que filmó bajo las ordenes de Jeremy Leven.
En cuanto a su joven amigo franco - tunecino, Ridha Behi, ha asegurado que seguirá con el proyecto de "Brando & Brando", el cual se realizará como una especie de homenaje hacia usted. Ya se le pasó la tristeza y dice que, al menos, puede estar contento por haber sido el último director, con el que usted estaba dispuesto a trabajar.
Voy a aprovechar la ocasión, para decirle que en el último tiempo lo he defendido bastante, de algunos colegas que se llenan la boca hablando de usted a destajo. El otro día en una función de prensa, me encontré con un personaje que me decía que la producción que usted había dirigido, era "Tender Mercies". Ahí estuve aclarándole a este tipo, que esa era de otro actor y no de usted. Que paradoja que lo hayan confundido con Robert Duvall, cuando yo se que siempre lo miró por debajo del hombro. Bueno, como a todos en realidad.
En la carta de repuesta que usted me enviará, quiero que me aclare las razones que tuvo para no volver a trabajar con Don Elia, ya que los rumores me están fastidiando demasiado. También quiero saber los detalles de los problemas entre usted y Don Stanley (Kubrick), durante la preproducción de "El Rostro Impenetrable" (1961). No es que encuentre que no lo hizo bien dirigiendo, pero ya sabe, no es bueno quedarse con la duda.
Mi querido maestro, antes de despedirme quería decirle que por favor necesito que me envíe de forma urgente, una copia de "Hombres" (1950), ya que aparte de que es una de las pocas cintas de su filmografía que no he visto, está extremadamente difícil de conseguir en esta parte del mundo. Además, quiero ver si es verdad que Tom Cruise lo tomó como punto de partida, para su personaje de "Nacido el 4 de julio".
Por último Marlon, le respondo lo que me consultó la última vez que nos vimos, sobre cuáles eran mis momentos favoritos de sus películas. El primero, lejos, cuando en "Apocalypse Now" (1979), le dice al Capitán Willard (Martin Sheen), que nunca se va a olvidar de aquella ocasión, cuando después de haber vacunado a los niños vietnamitas, se dio cuenta que les habían cortado los brazos y los tenían todos amontonados. Segundo, cuando en "Nido de Ratas" (1954), le enrostra a su hermano la culpabilidad, en el hecho de no poder haberse consolidado como un gran boxeador, teniendo que conformarse con ser un vago. Y mi tercer momento favorito, es en "Un tranvía llamado Deseo" (1951), cuando en su rol de Stanley Kowalski, le grita desesperado bajo la lluvia, a su esposa Stella (Kim Hunter), para que vuelva a la casa.
Ignoré "El Padrino" en esta selección, porque como ya le he dicho en otras oportunidades, para contabilizar los buenos momentos en su rol de Vito Corleone, necesitaría mucho más que una carta de dos hojas.
Marlon: un fuerte abrazo a la distancia de las dimensiones y espero su pronta respuesta.... Adiós.
Atentamente, Víctor Hugo Ortega.
PD: Le envío con esta carta las fotos que me pidió, así que revise bien el sobre.