Por: Mauricio Otero
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'Roxana Cuba' |
Presento a Roxana Cuba, artista peruana miembra de la Resistencia al neoliberalismo, original creadora del Muro Movedizo, una dinámica y provocadora Instalación, que se sitúa delante de distintos puntos de poder institucional en las calles limeñas y de Perú, como en experiencias en Chile, con el propósito de que los transeúntes den rieda suelta a sus más profundos descargos, inscripciones y rayados que luego son exhibidos y grabados en video.
El próximo proyecto de Cuba, es crear un video interactivo de un muro mutante en rostros anónimos que cobran vida y se van a su vez metamorfoseando en voces, quejidos, ruidos de protestas, represión, cárcel, prisioneros, máquinas de hacer dinero, cajas, territorios, en donde el ser es protagonista individual y colectivo como de las cosas y el mundo moderno y arcaico. En este trabajo, Cuba, junto al diseñador y periodista Pedro Flecha, pretenden plasmar, además, la vastísima riqueza del mundo incaico, con sus ciencias, ritos, dioses y matemáticas asombrosas, en una investigación de décadas para desentrañar el ser precolombino en su pureza y verdad, frente al sepultamiento avasallador del capitalismo, vía las guerras de ocupación y genocidio que han implicado para los pueblos de Abya Yala, mal conocida como 'América'.
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'collage intervencion' |
Lo primero que debo decir, es que Roxana Cuba no puede ser clasificada: su arte es comunicación esencialmente, es ritualidad comunicante. El hecho, los hechos dinámicos que ella imprime, en fotos, donde hay blanco y negro, como arquetipos de la creación, en convención, son llenados y vaciados rápidamente por la mano anónima, donde la ausencia de caras, es traspuesta con los rostros multitudinarios que en silencio 'gritan' y opinan, convirtiendo en catarsis activada a la reflexión el muro mutante o metamorfoseante, movible.
Cuando Cuba, se propone llevar a la cerámica, no hace sino llevar al hombre de la calle, a ese hombre del cemento, a sus orígenes, volverlo a la arcilla primitiva, que no por nombrarla es menos certera: es decir, su conexión es multípara, arte y comunicación de masas populares, libertad libérrima de expresión, en la complicidad de la licencia para graficar, rayar, nombrar, adjetivizar.
Roxana Cuba puede inscribir un espacio de rostros movibles, que se miran y se remiran en el juego tan serio de la denuncia y del descubrir en ella, el arte, que ya no le es ajeno, expropiado por las elites culturales. El arte con Roxana, medium mecánico y activante del motor de la historia, vuelve a la piedra original y se encarna bellamente.
Lo que viene, los muros mutándose, en objetos fuera del sujeto y sujetos en el objeto, no puede ser sino aun más provocador, liberador, y el hombre latinoamericano podrá volver su mirada a los rostros propios, no acotados tangencialmente como símbolos estéticos, sino como activistas pueblos en sed de cambio y revolución. Roxana es una rosa de piedra, que el jardín que podrá ser el Perú del mañana, deshoje en infinitos pétalos del ser americano. Macchu Picchu político, litografía parlante:la América Libre de la Resistencia.
Fotos de Roxana Cuba en plena actividad en las calles de Lima en la exposición de los muros móviles, como rostros que hablan y se van mutando a la libertad.