Por Víctor Hugo Ortega
Los chilenos hemos seguido muy de cerca el desarrollo de la nueva película del director brasileño Walter Salles, “Diarios de Motocicleta”, la cual estuvo compitiendo hace un par de días, por la Palma de Oro, en la versión número 57 del Festival de Cannes. Según muchos críticos, la película del brasileño fue la gran perdedora del certamen, que arrojó como vencedor al director estadounidense Michael Moore, con su filme documental, Fahrenheit 9/11. Sin embargo, la cinta de Salles no se fue con las manos vacías en su paso por Cannes. Recibió, aparte de una gran ovación el día de su exhibición, el premio del Jurado Ecuménico, el cual destaca la calidad ética de las películas en competencia.
El interés por esta cinta en nuestro país, partió a fines del año 2002, cuando se anunció la visita a Chile del actor mexicano del momento, Gael García Bernal, quien junto al resto del elenco y al equipo de producción del filme, venían a grabar el paso del mítico guerrillero argentino por algunas ciudades nacionales.
Walter Salles, conocido mundialmente por el éxito que significó su película “Estación Central” (ganadora del Festival de Berlín y nominada al oscar como mejor cinta extranjera en 1998), se basó en los diarios de Ernesto Guevara y en los escritos de Alberto Granados, amigo del “Che”, quien fue recordando cada momento de una larga travesía con el, en ese entonces, estudiante de medicina. Granados, que hoy en día tiene 82 años y vive en Cuba, fue parte fundamental del rodaje de la cinta. Incluso se reunió con la esposa y los hijos del “Che” Guevara, y en conjunto aprobaron la realización del filme.
“Diarios de Motocicleta” se centra en los viajes que realizaron en el año 1952 por Latinoamérica, Ernesto “Che” Guevara y Alberto Granados, interpretados por Gael García Bernal y el argentino Rodrigo de la Serna, respectivamente. A bordo de una motocicleta Norton 500 como único medio de transporte, los jóvenes estudiantes de medicina recorrieron diversos lugares de Argentina, Chile y Perú, en un viaje que los marcaría de por vida.
La película, como ha declarado el propio Walter Salles, mostrará a un Ernesto Guevara en su etapa “pre revolucionaria”, con lo cual pretende dejar en claro que la cinta no se enmarca en un contexto político, sino que otorga una mirada más bien humana, de los problemas y dificultades que vivieron los protagonistas en su viaje por tierras sudamericanas.
Salles nos demostró en “Estación Central” con la historia de Dora y Josué, que es un seguidor y amigo de los viajes ejemplificadores. Es por esto que se espera la mano de su dirección en “Diarios de Motocicleta”, y principalmente la forma en que se despertará la conciencia social del Che Guevara, en esta odisea que marcará su futuro como revolucionario.
Un dato importante de mencionar, es el hecho de que la producción de la cinta está a cargo del actor norteamericano Robert Redford, quien, además, en su calidad de director del Festival de Sundance, otorgó una invitación a la película para que fuera presentada en esta importante muestra de cine independiente.
El certamen estadounidense, que se realizó en enero pasado, no otorgó más que elogios y alabanzas a la producción protagonizada por García Bernal y de la Serna. Incluso, algunos críticos de Sundance llegaron a pronosticar a “Diarios de Motocicleta”, como una de las favoritas para la entrega de los Oscar del año 2005. Hasta se atrevieron a decir que la cinta podría convertirse fácilmente en la primera candidata en español, a la categoría de mejor película.
En otro ámbito, el mexicano García Bernal sumaría con esta cinta un nuevo acierto, después de las destacadas “Amores Perros” (2000), “Y tu mama también (2002)” y “El Crimen del Padre Amaro” (2003), entre otras, con lo cual pretende seguir ascendiendo en su carrera cinematográfica, con un papel que según sus propias palabras, le costó mucho asumir. “Sentí que no me merecía el rol, pero conforme transcurrió el tiempo, hubo un momento que fue una válvula de escape para que las cosas comenzaran a funcionar mejor”, declaraba el actor en la rueda de prensa de la película, hace un par de días. Por otra parte, para García Bernal esta cinta representa un gran desafío, y es que se dará a conocer a un público estricto y diverso, que de seguro no dejará pasar la oportunidad de presenciar una película, en donde reaparece la figura latinoamericana del “Che”, aunque sea en sus años de formación. Aquellos que ya han visto la cinta aseguran que el papel no le queda para nada grande, incluso dicen que lo consolida como actor, alejándolo de su imagen de galán.
En resumen, son muchos los factores que se conjugan en esta obra documental de Walter Salles, pero, sin duda, lo más importante es comprobar que el fenómeno del “Che” sigue latente en la colectividad latinoamericana, aún cuando la película nos presentará a un Ernesto Guevara joven y muy lejano a su época de guerrillero revolucionario. Hasta el momento, la historia ya comienza a dar que hablar en uno de sus países de origen. Se estrenó hace un par de semanas en tierras brasileñas, y consiguió ubicarse de inmediato entre las películas más vistas del país carioca. Esto comprueba que en esta parte del mundo, una historia tan lejana a toda la parafernalia que representan películas como “Van Helsing” y “Troya”, puede hacerse su espacio y lograr mucho más que una pisada de talones a las superproducciones estadounidenses.
Hasta octubre tendremos que esperar en Chile, (posiblemente se estrene en el Festival de Cine de Valdivia), para poder disfrutar de los años de juventud del “Che”, quien junto a su amigo Alberto Granados y a bordo de su motocicleta, a la que denominaban “La Poderosa”, nos demostrarán, como lo ha dicho el propio Salles, que muchos de los problemas relatados por estos dos aventureros por allá en el año 1952, se repiten de forma más que preocupante, hoy en el 2004.
El “Che” Guevara está de vuelta en la pantalla grande y a pesar de las múltiples dificultades que acontecen en esta parte del mundo, se revivirá esa fuerte identidad latinoamericana que, como el mismo director y los actores de la cinta han dicho, apareció en cada momento del rodaje de “Diarios de Motocicleta”, una película que no busca ni agrandar ni opacar la figura de Ernesto Guevara, sino que sólo de revivirla, a través de su paso por diferentes ciudades, en donde se fue forjando su sentimiento revolucionario.
Algunos de los lugares que veremos en la cinta son: el desierto de Atacama, Temuco y Valparaíso en Chile; Buenos Aires y Bariloche en Argentina e Iquitos y Machu Picchu en Perú.
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