Ricardo
Enrique Castro
Marcela
El granado ofrece a tus ojos, su abundancia de capullos,
De hojas, de ramas desordenadas.
El duraznero observó atento con abiertas flores
Todos tus movimientos.
El rosal a punto de explotar
Viene con amarillas rosas a mirarte.
Las lavandas alargan el cuello para obsequiarte
Su perfume, su multitud de puntos lilas.
Los papiros quieren que los elijas
Para que escribas sobre ellos
Palabras de comprensión.
Aloe, aloe, aloe, aloe vera largos tallos
Carnales flores brinda para que
El picaflor extasiado se quede levitando
En tu presencia.
Entregas perfume de mujer
Al naranjo de azahares a su perenne vida.
Un joven ciruelo deja caer pétalos blancos
Para cuando despierta pasees y puedas alcanzar
Sus frutas con tus manos de sus ramas.
Las espuelas de galán se arrastran
Ofreciéndote sus ramos de flores alegres,
Calas blancas filtran olor de pistilos amarillos.
Cerca él laurel ofrece sus hojas
Para tus ricas salsas
La menta enlaza tus tobillos
Para treparte entre las piernas.
En la oscuridad del cielo
La luna comienza su lleno total
Acompañada de otras lunas,
De sistemas planetarios
Astros desconocidos..
Las parras preparan jugosos racimos de uva silvestre,
Para colmar tu boca de dulzuras,
Para saciarte
Parra cuidarte del sol
Parra darte su sombra
Parra que contemples sus nutridos verdes.
Hay un palto de seis años que comienza a florecer.
Flores vírgenes, árbol pre-púber,
Con la yema de los dedos
Alcanzas sus jóvenes hojas y
Preparas infusiones de alivio parahija,
Parahijo, paramarido, para ti las preparo yo
Cuando las necesites.
Nubes nocturnas cubren a medias
La luz del satélite,
El viento del norte
Las guía hacía la cordillera
En un octubre variable, con precipitaciones,
Con cielos descubiertos.
Así entras ó sales aromatizada
De rudas; de mentales estados vegetales;
Ferpumada de lavandas en flor;
En este jardín de infancia que labraste
En esta mitad de casa que construiste
En este... hombre amante que creaste.
Es octubre y es ocho la noche
A poco de octubre diez
La partida de tu nacimiento
Yo agradezco tu existencia
Agradezco tu vida
Las vidas que has entregado
Agradezco a tu sincero amor
Agradezco a la vida que nos une y
Que nos junta en esta noche, en este día
Y por siempre de ti agradecido.
Marcelo
Firpo
firpomarcelo@hotmail.com
1-
T
raducir el murmullo
que hay dentro de sus caras,
el sordo ruido de las cadenas,
una voz muda que nos dejaron,
una silla.
Es un pequeño grito,
duele, (muy pequeño)
nadie lo escucha desde adentro del murmullo
hay que alejarse,
suicidarse,
enloquecer.
2-
(Susurran
algo despacio ahí)
Esa lucecita que brilla,
las hadas me acompañan desde algún día
(variedad de colores emanan de sus ojos),
suena música desenredándome de color rojo,
ahora azul,
en ciertos viajes verde.
la lucecita tiene lobos adentro,
yo los llamaba gatos,
los sigo llamando.
(Susurran algo despacio allí)
Si pudiera definirla como a un demonio
la acosaría hasta hacerla mía
pero pareciera latente
esquiva
muerta.
un sonido, aclaro
que es solo uno, un grito
celeste
y sin embargo esos amarillos papistas ateos.
3-
20
de diciembre
Atrás corren
El gas guacho/ a pesar del limón en el pañuelo
Alguno que cae o vuelve,
Retrocedo a la bandera,
A la palabra compartida,
Giro
Te veo a vos
-30.000 cuerpos antes,
con tus Oxford y tu pelo largo,
con tus ojos negros-
Volvés conmigo,
Ganamos la calle.
Recién ahí decir los sueños,
Rearmar la lucha,
Sentir el futuro.
4-
...y de golpe, uno se mete
en la escafandra,
en esa escafandra chiquitita
que toma tu forma
y la deforma, la detiene
en un monótono segundo
interminable.
5-
Cuál
es el escenario de lo que viene
Donde los actores somos nosotros.
Este
blanco espacio de sus caras
Tan vacías.
Acaso
alguien te mire.
La
Verdad...¿de qué verdad...?
Los
ojos de las panzas sin nada
La
nada de los ojos ciegos
El
sesgo entre clase y clase
La
puta Muerte que nos dan.
Pero
mañana
Hoy
nos estamos organizando
Para mañana,
Para
empezar a decir
Alguna palabrita nomás.