Santiago de Chile. Revista Virtual. 
Año 4
Escáner Cultural. El mundo del Arte.
Número 42
Agosto de 2002

MARIELA ISABEL RIOS RUIZ-TAGLE

ENTREMUROS

En los puertos tejes tus cuchillos de espuma.
En la luz que se enamora cuando fallece la luna.
En los lastimados adoquines de cités santiaguinos.
En la blanca sangre de las vírgenes de oscuros días.
En las arenas del cielo recostadas sobre el invierno.
En las constelaciones que te guiaron del sueño al paraíso.
Renace
la
belleza
con
tu
silencioso
juramento
de
sirena en la vida.
Vida de muerte
Vida de amor
Vida de ausencia en la vida.
Vida de noche
Vida de día
Vida de mundos girando sobre el eje de las vidas.
Maga de los astros
y los desiertos.
Invisible transeúnte del cosmos.
Eleva
tu voz
entre
muros
de
soles
subterráneos.
Navega
sobre los cristales del amor ausente.

AMOR DISTANTE

Una cruz en las oficinas del cosmos,
un lirio disfrazado de estrella,
un pequeño fantasma en los faroles.
No deseas ser un eclipse peregrino,
sin bandoneones inmolados en las esquinas,
sin las tonalidades del universo de Vincent,
sin la palabra del profeta boreal,
observas tu camino de molinos infinitos.
Excalibur
te
escolta
vigilando
el
horizonte.
No crecerás a la vida sin el amor distante,
despertarán los que te amaron en silencio
en la conciencia rebelde de los vientos.
Te entrelazas al amor y sus cantos,
amor de tarde, amor tardío,
amor de adultos sobre el hielo,
amor final en la autopista,
amor de cadenas que desgarran,
amor de amantes asustados,
amor de personas ausentes,
amor de tiempo en tiempo,
amor de virgen sempiterna,
amor de valquiria melancólica,
amor de multitud quebrada,
amor de cuerpo, amor de cielo.
Virgen azul
que aguardas en soledad
el desfallecer de los tiempos.

Mariela Isabel Ríos Ruiz-Tagle
marielariosrt@hotmail.com
Ñuñoa - Santiago - Chile


IVANOVICH TORRES F.

blanco y negro

Fijo mi mano a tu cuello, ¡No te suelto!, ¡No me mires, muérete ya!

con ganas de ahorcarte por dentro de la boca

Fijo mi vista a tu cuello y no escucho ningún movimiento

¿Qué hago? ¿Estoy ahorcando a una foto?

Callada sin nada, a las caderas, senos, en blanco y negro; aun me

causas celo.

alud

Comienzo:

Desenvuelvo mis brazos liberando dos tallos todavía húmedos, y los ojos claros repiquetean como ruiseñores alegres por su vuelo

Parece inevitable el andar de emociones: viseras y huesos pendientes por vibrar al unísono

Presiento que me seco por dentro, los pulmones se asfixian por su desesperado intento de gritar

Las venas, las benditas venas claman por esa aguja de luz, lista para unir piel y aire

Inhalo tiempo consciente, la optimista boca se declara lista para expulsar la primer sonrisa del día.

el árbol

Llega la primavera para indicarme que debo levantar mis 80 años, emigrar a un cálido océano, entregar mis raíces por algas; quiero estar ahí todo el verano

Sin duda extrañaré a la tierra, su calor incondicional que me brindaba, pero siento que en la arena mi tronco será a veces noche, quizá alba

Aun que no quiera, de los inviernos recuerdo la estúpida arrogancia. A ti que te dejé rodar por el sendero, cubriendo tu eco mis tallos de desgracia

Pero siento incansablemente que las olas y el sol harán olvidar los años pasados de vendaval. Negarme ser árbol, ser por un verano hombre para ir a ti, despertar, y resucitar en tu coral.

Ivanovich Torres F.
ivanovich.torres@mural.com

Lic. en Ciencias y Técnicas de Comunicación
Periodista
Guadalajara, Jalisco.
México


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