IVANOVICH
TORRES F.
blanco
y negro
Fijo mi mano a tu cuello,
¡No te suelto!, ¡No me mires, muérete ya!
con ganas de ahorcarte
por dentro de la boca
Fijo mi vista a tu cuello
y no escucho ningún movimiento
¿Qué hago? ¿Estoy ahorcando
a una foto?
Callada sin nada, a las
caderas, senos, en blanco y negro; aun me
causas celo.
alud
Comienzo:
Desenvuelvo mis brazos
liberando dos tallos todavía húmedos, y los ojos claros
repiquetean como ruiseñores alegres por su vuelo
Parece inevitable el
andar de emociones: viseras y huesos pendientes por vibrar
al unísono
Presiento que me seco
por dentro, los pulmones se asfixian por su desesperado
intento de gritar
Las venas, las benditas
venas claman por esa aguja de luz, lista para unir piel
y aire
Inhalo
tiempo consciente, la optimista boca se declara lista
para expulsar la primer sonrisa del día.
el
árbol
Llega la primavera para
indicarme que debo levantar mis 80 años, emigrar a un
cálido océano, entregar mis raíces por algas; quiero estar
ahí todo el verano
Sin
duda extrañaré a la tierra, su calor incondicional que
me brindaba, pero siento que en la arena mi tronco será
a veces noche, quizá alba
Aun que no quiera, de
los inviernos recuerdo la estúpida arrogancia. A ti que
te dejé rodar por el sendero, cubriendo tu eco mis tallos
de desgracia
Pero siento incansablemente
que las olas y el sol harán olvidar los años pasados de
vendaval. Negarme ser árbol, ser por un verano hombre
para ir a ti, despertar, y resucitar en tu coral.
Ivanovich Torres F.
ivanovich.torres@mural.com
Lic. en Ciencias y Técnicas de Comunicación
Periodista
Guadalajara, Jalisco.
México