Santiago de Chile. Revista Virtual.

Número 2. 12 de Febrero al 12 de Marzo de 1999.

¿Alguna vez en tu vida has escuchado de los super-héroes? ¿De cuáles? La respuesta cierta e inmediata sería: "Superman". 

Y Batman. 

Uno es el ícono de la perfección, de lo bueno, de lo límpido y puro. El otro. basta decir que si Superman es la luz, Batman es la oscuridad. 

¿Qué es lo que atrae de este personaje nacido de la pluma de Bob Kane y Bill Finger, en la revista "Detective Comics" nº 27 - que le dió el nombre a una de las mayores compañías de comics del mundo, (DC) - allá por el lejano 1939? Puede ser su humanidad, mayor que la de cualquiera de los otros héroes. Quizás por lo trágico. Tal vez porque sus temas no son para nada infantiles. O puede ser todo eso y mucho más.  Batman es un personaje trágico, despiadado consigo mismo, implacable, con una sola obsesión: castigar a los criminales.

Hay algo atrayente en esta situación. Cual ángel oscuro, el enmascarado no se detiene ante nada, aún cuando conserva un código de honor que lo mantiene caminando en la cuerda floja, siempre rozando el precipicio para convertirse en lo que tanto odia. Lo único que lo salva es su fuerza de voluntad, hercúlea, gigantesca, exigiéndose a sí mismo más allá de todos los límites. 

Pero eso no es todo. El atractivo de Batman no sólo radica en él, sino en todo el universo que lo rodea: Gotham, la ciudad corrupta, donde las pasiones humanas se muestran en toda su crudeza; el comisionado Gordon, personaje clave que tiene su propia vida, conflictos y líneas de acción; Dick Grayson (el primer Robin, actual Nightwing); Bullock y Montoya (primero policías, luego ascendidos a detectives), Alfred Pennyworth, Selyna Kyle (catwoman), Jason Todd (segundo robin, asesinado), Tim Drake (tercer Robin, aún en circulación), Jean Paul Velley (Azrael), Bárbara Gordon (ex-Batgirl, actual Oráculo), Cazadora, y todos sus villanos: Joker, Bane, Ra's al Ghul, Thalia, el Espantapájaros, Pingüino, Killer Croc, etc.

El tercero descubrió por sí mismo la identidad secreta del murciélago, con lo que se ganó el sitio vacante. Luego sus padres fueron secuestrados. Resultado: su papá quedó inválido y su madre murió.  En medio de esta vorágine de historias trágicas, cada personaje emerge con fuerza, superando obstáculos, teniendo caídas, dudando de si lo que hacen está bien, profundizando cada vez en sus dramas psicológicos, al tiempo que nos muestran una acción trepidante. Todos tienen motivos. Nadie actúa por que sí. Y ese es el atractivo.

Pero no siempre el personaje fue así. Batman nació oscuro, pero a partir de 1940 se fue haciendo cada vez más bonachón. La inclusión de Robin fue el primer paso. Durante los 50 llegó a tal extremo que peleó hasta con ¡dinosaurios!. Y la decadencia absoluta vino con las serie de TV de los 60: un Batman light, ciudadano modelo, ejemplo de obediencia, respeto y piedad (no puedo dejar de recordar la película que hicieron de la serie. En una escena Batman encuentra una bomba en un muelle - de esas redondas con mecha -, la toma y corre por todos lados para deshacerse de ella. Va a la derecha y se encuentra con una señora con un carrito de bebé. Corre hacia adelante, y viene una banda tocando. Se devuelve y se topa con una viejita. Finalmente se le ocurre tirarla al agua. Corre hacia la orilla del muelle, toma impulso. y ve que hay una pata con sus patitos nadando en el agua. Entonces dice "Hay días en que es imposible deshacerse de una bomba"). 

Fue en 1985, con la saga "Crisis en las Tierras Infinitas", que todo el universo DC fue remodelado. Se redefinieron orígenes de personajes y las historias comenzaron a ser más consistentes. En el caso de Batman se retomó la línea oscura y realista que había tenido en sus orígenes. Luego en 1986 apareció "El regreso del Caballero Nocturno" (The Dark Knight Returns), de Frank Miller. En este título que hizo historia, se nos presenta un Bruce Wayne viejo que vive en un Gotham que no ha sabido nada de Batman desde hace 10 años. Es la historia de cómo recupera su manto y vuelve a luchar, pero con todos los efectos de la edad y una mayor madurez. Desde entonces el hombre murciélago ha sido revitalizado. Los títulos relacionados con el personaje ha crecido. Del humilde lugar como personaje del montón de su debut en la revista Detective Comics, pasó a tener muchos títulos propios: Batman, Detective Comics, Shadow of the Bat, Azrael, Catwoman, Robin, The Batman Chronicles, Gotham Adventures, Legends of the Dark Knight, Nightwing, sin contar los especiales, elseworlds, crossovers, y apariciones especiales.

Las tramas 

Las historias que se relatan desde entonces distan años luz de las simplistas historietas en las que un tipo forzudo se agarraba a combos con el héroe de turno sin mediar motivos. Se ponen en el tapete tramas reales, basadas en el mundo que vivimos a diario. Terrorismo, tráfico de drogas, blancas y armas, corporaciones corruptas, administraciones gubernamentales ineptas o simplemente negligentes, trabajos sucios del gobierno y cuanto ocurre en el mundo del crimen real aparece en las páginas del murciélago.  

Un ejemplo claro es la historia "El caso del sindicato químico", la primera en que aparece el detective. Se ha re escrito numerosas veces, adaptándose a los nuevos tiempos: de un caso de robo, se pasó a la corrupción, y el último trataba del peligro de los desechos químicos. En "La seducción del revólver" se ve el peligro de la proliferación de armas en Estados Unidos, en donde Robin debe proteger a una testigo que no roza los 15 años. Ella muere asesinada, frente a sus ojos, de un disparo en la cabeza hecho por un compañero de colegio.

En palabras de Alfred, el fiel mayordomo: "este es el hogar de las causas perdidas". Porque Wayne sabe muy bien que combate una guerra que parece perdida desde el principio, que en lugar de disminuir, crece cada día. Y aún así, continúa su lucha personal sin importarle nada. 

Las copias 

Un personaje así de atractivo siempre inspirará a otros. Uno de los últimos -aunque sus seguidores me matarán por decirlo- es "Spawn", un soldado que muere, va al infierno, y regresa tras hacer un trato con el demonio.  

En versión chilensis, el exponente es "Diablo", un muchacho hijo de un torturador de la CNI que muere tras defender a su novia del ataque de un par de detectives corruptos. Al llegar al infierno se entera que debe pagar por las culpas de su padre y es devuelto a la tierra con la misión de enviar almas para el diablo. Pero él decide que no matará, sino que dejará al destino la suerte de sus presas. Es así como amarra al detective que le disparó al capó de un auto y lo lanza a correr a toda velocidad. O tira por una ventana de la torre Entel, amarrado de una cuerda, a un tipo que golpea a su hijo (para ver si la cuerda era muy larga o muy corta).

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